miércoles, 17 de octubre de 2012

TEMA 2

Tema 2.- RAÍCES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA EN LA EDAD MODERNA: La España de los Austrias (Movimiento Comunero. Régimen Polisinodial. Formas de Colonización en América).

Con la llegada al trono de Carlos I se inicia la dinastía de los Austrias o Habsburgo en España.  Durante mucho tiempo ha sido considerado la época de mayor esplendor de nuestra nación, se hablaba de la España Imperial y sus glorias, pero no de sus fracasos y descalabros. Ahora sí se tocan esos temas, la “leyenda negra” muy del gusto del morbo español. Nosotros vamos a abordar ambas perspectivas, las luces y las sombras de este periodo. Esta dinastía durará hasta 1700 en el trono español, cuando lleguen los Borbones.
Tanto por sus capacidades como por su poder, se suele diferenciar entre Austrias Mayores (Carlos I y Felipe II) y Austrias Menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II).

LOS AUSTRIAS MAYORES: CARLOS I Y FELIPE II


LA HERENCIA DE CARLOS I:

Su herencia será inmensa, y le dará gran poder, igual que numerosos problemas:
·         De su abuela materna, Isabel I de Castilla, recibirá Castilla y sus posesiones en América, norte de África y las Canarias.
·         De su abuelo materno, Fernando II de Aragón, heredará Aragón, Valencia, Cataluña, Mallorca, Cerdeña, Sicilia y Nápoles.
·         De su abuela paterna, María de Borgoña, recibirá los Países Bajos (Holanda y Flandes), Luxemburgo, el Franco Condado y derechos sobre Borgoña.
·         De su abuelo paterno, Maximiliano I, obtendrá el trono de Austria y como monarca de un territorio del Imperio Germánico, derecho a ser candidato al trono de éste.

SU LLEGADA A ESPAÑA:

Tras la muerte de Isabel la Católica en 1504, la heredera al trono era Juana I (la Loca), que debido a su salud mental, es desplazada por su esposo, Felipe el Hermoso (coronado rey como Felipe I), que sin embargo, muere en 1505. Asume la regencia el cardenal Cisneros en Castilla junto con Fernando el Católico (ahí estuvo a punto de romperse esa unión dinástica de Castilla y Aragón), hasta que tras la muerte del mismo en 1516 vendrá Carlos, hijo de Felipe y Juana, a ocupar ambos tronos vacantes.

Carlos I de España y V de Alemania, con su esposa Isabel de Portugal

POLÍTICA EXTERIOR:

·           GUERRAS CONTRA FRANCIA: el belicoso rey francés Francisco I pugnará duramente con Carlos I para zafarse del cerco al que le tenían sometido las posesiones  de éste.


Francisco I de Francia


Así, al poco de subir al poder, la rivalidad en Italia provoca la primera guerra, saldada con un gran éxito español: en la batalla de Pavía (1525) los tercios españoles, menos numerosos, derrotan a los franceses y el propio rey cae prisionero. Carlos I, por el Tratado de Madrid, obliga a Francisco I a renunciar a sus derechos sobre Nápoles y Borgoña, a la vez que recupera el Milanesado.
Hubo más guerras contra Francia, que llegó hasta a aliarse con los otomanos (musulmanes) contra el emperador, lo cual causó gran impacto en Europa. En la segunda guerra hubo un empate técnico, y en la tercera Carlos tuvo que solicitar la paz debido a estar inmerso en las luchas contra los protestantes.
Destaquemos un hecho en la segunda que es el saqueo o saco de Roma en 1527. El Papa se había aliado con Francia, ya que según él, España estaba acrecentando su poder demasiado en Italia, pero tras el asedio de la ciudad, murió su general, el Condestable Borbón, y las tropas mercenarias (muchas alemanas y protestantes), sin mando que las controlase, se dedicaron a saquear la ciudad eterna. El que las tropas del emperador saqueasen la ciudad papal causó una gran impresión en la cristiandad. La Paz de Cambrai (1529) supuso un largo periodo de paz.

·           GUERRAS CONTRA LOS TURCOS OTOMANOS: tras la derrota de los húngaros en Mohàcs (1526), los turcos, que avanzaban imparablemente por los Balcanes hacia el centro de Europa, ponen cerco a Viena (1527). Allí tiene que acudir el emperador en persona para levantar el asedio, pero el sultán Solimán I el Magnífico también será un rival temible.
Suleyman I el Magnífico, sultán otomano


Los piratas berberiscos del norte de África serán una amenaza siempre presente en el comercio hacia Italia, de modo que Carlos I prosigue la política de su abuelo Fernando y conquistará Túnez, el nido de piratas más importante, liberando a miles de prisioneros. Sin embargo, su gran enemigo, Jayr-el-Din o Barbarroja huirá refugiándose en Argel, y se hará vasallo del sultán otomano, que le prestó numerosa ayuda. El intento de conquista de Argel, en el que iba un ya anciano Cortés, se saldará con un gran fracaso. 
La conquista de Túnez, representada en la serie de 12 tapices de los Reales Alcázares de Sevilla

·           GUERRAS CONTRA LOS PROTESTANTES EN ALEMANIA: para explicar esta situación, hay que entender qué fue la Reforma Protestante. [A finales de la Edad Media, la enorme corrupción del clero y su escasa formación creó cierto malestar en algunos sectores del mismo, surgiendo herejías en Bohemia (Jan Hus) e Inglaterra (lolardos). Sin embargo, el movimiento de protesta más importante fue protagonizado por el alemán Martín Lutero. La venta de indulgencias (documentos que daban el perdón por ciertos pecados) que inició la Iglesia para financiar las obras del Vaticano fue la gota que colmó el vaso. Las ideas de Lutero tuvieron gran acogida en varias zonas y éste se negó a retractarse de lo dicho. Defendía, entre otras cosas, la libre interpretación de la Biblia, el matrimonio del clero, la venta de los bienes de la Iglesia, la autoridad del Papa, etc.]
      Los príncipes de los distintos estados alemanes, a la ambición por las tierras pertenecientes a la Iglesia, sumaban el deseo de autonomía frente a las imposiciones del emperador (el Imperio era como una federación). Por eso, los príncipes sobre todo del norte del Imperio se alinean con las ideas de Lutero (religiosas) como excusa frente al emperador. Éste intenta en diversas Dietas (Cortes o Parlamento en Alemania) evitar un cisma en la Iglesia por medio del diálogo, y en ellas se les da el nombre peyorativo de “protestantes”. Al sumarse razones políticas al movimiento luterano, ya no hay vuelta atrás y hay que optar por medidas militares, ya que se forma una alianza rebelde contra el emperador, la Liga de Esmalcalda, encabezada por el príncipe Mauricio de Sajonia. Sin embargo, será derrotada por Carlos V en la Batalla de Mühlberg (1547), inmortalizada por Tiziano en su famoso cuadro.

Carlos V en la batalla de Mülhberg, retratado por Tiziano

A instancias del emperador, el Papa convoca el Concilio de Trento (1545) que será el que establezca la Contrarreforma, es decir, las nuevas bases para la Iglesia Católica. Se reforma el clero, obligando a los sacerdotes a ir a seminarios, y también se fomentará la Compañía de Jesús u orden jesuita, fundada por San Ignacio de Loyola (soldado español de Carlos V).
Estas medidas llegan tarde, y por la Paz de Ausgsburgo (1555), el emperador tiene que reconocer la existencia de las dos religiones.

POLÍTICA INTERIOR:

·           REVUELTA DE LAS COMUNIDADES: la revuelta de las Comunidades o Movimiento Comunero son un evento histórico en el que confluyen causas muy diversas. Se trata de una Guerra civil castellana que se desarrolló entre 1520 y 1522.
Todo arranca desde la llegada de Carlos I a España en 1517. No conoce nuestro idioma, y coloca en los cargos importantes de Castilla a consejeros extranjeros de su confianza pero que serán despiadadamente corruptos. A ello se suma el descontento de la alta nobleza del reino que se siente desplazada de los altos cargos del gobierno.
Por otro lado, nada más convocar a las Cortes para hacerse coronar rey de Castilla y de Aragón, aprovecha para solicitar un impuesto extraordinario, pagable por los no privilegiados, con el que pretende sobornar a los príncipes electores (los que eligen) del Imperio y ser nombrado emperador.
Las principales ciudades castellanas se sublevaron en 1520 y sustituyeron el poder municipal por comunas (de ahí el nombre) integradas por artesanos, comerciantes y miembros de la pequeña nobleza y del bajo clero. Un movimiento de tan diversa composición social había de tener necesariamente reivindicaciones también diversas. Entre las motivaciones principales estaban:
· Por parte del pueblo, la reivindicación de un temprano nacionalismo castellano frente a la subordinación de España a los intereses del Imperio alemán. Por lo que solicitaban el regreso del monarca a España para ocuparse de la política castellana.
· Por parte de la nobleza castellana la defensa de sus privilegios tradicionales frente a la intromisión de la nobleza flamenca en los cargos políticos de la administración castellana.
· Por parte de la burguesía, el temor a perder la influencia que mantenía en los Concejos de las ciudades y en la representación a Cortes, con el fin de evitar el autoritarismo real, así como la reducción de los impuestos y gastos de la Corte.
Dentro de ésta la pequeña burguesía pedía la limitación y el control de la exportación de la lana, que beneficiaba a la monarquía por los impuestos que cobraba, pero privaba a la industria textil castellana de su materia prima.
· Por parte del clero, el temor a la introducción del erasmismo o el protestantismo en España, por la influencia de alemanes y flamencos.
El detonante del conflicto fue la petición de subsidios (un impuesto extraordinario) por parte de Carlos I a las Cortes para ser coronado emperador. Los procuradores en las Cortes tenían órdenes estrictas de las ciudades de negar estos subsidios, pero fueron sobornados por el rey.
Parece que la insurrección se inició en Segovia (con Juan Bravo) y a ella se sumó Toledo (con Juan de Padilla), Salamanca (con Pedro Maldonado), Burgos, Ávila… En Ávila se formó una Santa Junta que entregó a Padilla el mando del ejército insurrecto y se dirigió a Tordesillas, donde estaba presa Juana la Loca, para entregarle la corona, pero no la aceptó. El movimiento era eminentemente urbano, y la nobleza castellana, asustada, cerró filas a favor de Carlos I, debido también a que la radicalización del conflicto acabó incorporando a los campesinos, que convirtieron la insurrección comunera en rebelión antiseñorial contra los abusos de la nobleza.

Ciudades que se unieron al movimiento comunero en Castilla

El rey, desde Alemania, intentó una política conciliadora que no fue aprovechada por los comuneros que, dirigidos por Girón, que les traicionó posteriormente, perdieron Tordesillas mientras las fuerzas realistas crecían. Tras un primer momento en el que los comuneros parecían tener una posición de fuerza, las tropas dirigidas por Padilla fueron derrotadas el 23 de abril de 1521 en Villalar, cerca de Tordesillas (Valladolid) y los principales dirigentes (Padilla, Bravo y Maldonado) ajusticiados. La viuda de Juan de Padilla en Toledo continuó sola el levantamiento hasta que fue derrotada.

Ejecución de los líderes rebeldes en Villalar, según un pintor del s.XIX

Las consecuencias de esta derrota fueron muy graves para el futuro de Castilla, ya que se frustraron los objetivos más innovadores de la burguesía castellana, mientras que el poder real se fortaleció todavía más en Castilla y las Cortes se convirtieron en un simple instrumento del rey que continuó utilizando la recaudación de impuestos castellanos para mantener su política imperial en Europa. Asimismo aumentó el control real sobre los gobiernos municipales. Los realmente derrotados fueron los burgueses y los vencedores sus enemigos nobles que vieron perpetuado el sistema señorial. El momento no estaba maduro todavía para el triunfo de una revolución burguesa.
Muchas ciudades castellanas participaron en este movimiento, de ahí que hoy nuestro gobierno regional se llame Junta de Comunidades, en recuerdo de dicha institución.

·      REVUELTA DE LAS GERMANÍAS: en 1521 estalló en Valencia una revuelta antiseñorial conocida como las germanías (asociaciones de artesanos). En este caso, el abandono de la ciudad por las autoridades, ante un brote de peste, provocó que los representantes de la burguesía se sublevaran y tomaran el control de la ciudad. Tras un inicial triunfo militar en Gandía en 1521 el movimiento agermanado fue derrotado por el virrey. El ejemplo valenciano inspiró las germanías de Mallorca, que estallaron en 1523, y que también fueron sofocadas.
Estos movimientos no estuvieron jamás en coordinación con los comuneros, tienen intereses distintos.

LA MONARQUÍA DE FELIPE II (1556-98)

Durante mucho tiempo se ha vanagloriado la época esplendor de la monarquía hispánica suponiendo que tiene lugar cuando se alcanza la mayor extensión del Imperio Español, en el cual, “no se ponía el sol”. ¿Es cierto? Vamos a verlo.

ASPECTOS GENERALES:

Felipe II heredará de su padre todas sus posesiones, excepto Austria y por tanto, el derecho a ser emperador de Alemania (que abdicará en su hermano Fernando I).
La directriz más importante de su política, interior como exterior, será la conservación de la fe católica ante todo, como le aconsejó su padre en el memorial que escribió para ayudarle en el gobierno. Esto explica su inflexibilidad en algunos momentos y también muchas de las medidas que llevó a cabo.
También se le conoce como el rey burócrata. Siempre trataba de estar al tanto de todo, se llevaba papeles a la cama, era un trabajador incansable. En su intento de centralizarlo todo, fue el que decidió establecer la corte en un lugar fijo, y céntrico en la península, situando la capital en Madrid.

POLÍTICA INTERIOR:

·           REBELIÓN DE LAS ALPUJARRAS (1568): en su obcecación por afirmar la religión católica en sus territorios, obligó a los moriscos que descendían de los antiguos habitantes del reino de Granada a abandonar sus costumbres y su lengua y adoptar la fe cristiana de una vez por todas. Así se encontró con una rebelión armada en las Alpujarras granadinas, un terreno muy abrupto, donde tuvo que mandar a su hermano don Juan de Austria. Allí destacó como líder Aben Humeya, pero fue derrotado finalmente ya en 1571. Felipe II ordenó la dispersión de los moriscos, ya que se temía también que colaborasen con los piratas berberiscos que atacaban a menudo las costas de Levante.

Lugares donde hubo alzamientos de los moriscos


·           EL ASUNTO ANTONIO PÉREZ Y EL CONFLICTO EN ARAGÓN: en esta historia novelesca se mezclan amoríos (la famosa princesa de Éboli), espionaje, asesinatos, etc. Antonio Pérez, secretario del rey, fue acusado de asesinar a Juan de Escobedo, secretario de don Juan de Austria, hermano del rey del que éste a veces recelaba. Para eludir la cárcel, huyó en 1590 a su tierra, Aragón, y allí Juan de Lanuza, el Justicia Mayor, se negó a extraditarlo por considerar que, como aragonés, debía juzgarlo él. Ante tal cuestionamiento de la autoridad real, Felipe II llegó a Zaragoza con un ejército y ejecutó a Lanuza. Por su parte, Antonio Pérez logró huir de nuevo. Se cree que el excesivo interés de Felipe II era porque quizá Antonio Pérez llevaba papeles con asuntos “turbios” que incumbían al rey. Finalmente, Antonio Pérez se refugia en Inglaterra creando la “Leyenda Negra” sobre España, fomentada por Holanda y los ingleses, describiendo una imagen negativa del rey, las torturas de la Inquisición, la conquista de América, nuestro radicalismo religioso, etc., aspectos que hasta hoy han llegado.

Escultura que representa al defensor de los fueros aragoneses,
el Justicia Mayor Juan de Lanuza, en Zaragoza

·           UNIÓN CON PORTUGAL: el sueño de los reyes medievales y de los Reyes Católicos acabó por realizarse gracias a la política matrimonial de éstos y también al azar, por qué no. El joven rey portugués Sebastián I, convencido por la nobleza de proseguir sus campañas en el norte de África (ya poseía Ceuta y Tánger), se contagió de dicho espíritu de Cruzada y desembarcó allí con un gran ejército en el que iban los más destacados nobles del reino. Sin embargo, la derrota de Alcazarquivir (1578) dejó a Portugal sin rey (desapareció) y sin clase dirigente, que quedó allí secuestrada (muchos volvieron a cambio de un gran rescate). Este enorme vacío de poder fue aprovechado por Felipe II que tenía derechos dinásticos, y los hizo valer llevando un ejército al mando del duque de Alba a Lisboa, donde muchos portugueses lo apoyaban (no sólo tenía más derechos que el otro candidato, sino que era el monarca más poderoso del mundo). Así, cuando las Cortes portuguesas reunidas en Tomar le nombraron rey de Portugal (1581), se decía que “en el Imperio español nunca se ponía el sol”: con la incorporación de las colonias portuguesas en Brasil, África, India, Indonesia y China nuestra monarquía alcanza su máxima extensión mundial.

POLÍTICA EXTERIOR:

·           FRANCIA: nada más subir al poder Felipe II (1556), Francia probó las aptitudes del nuevo monarca español pero resultó duramente derrotada en la frontera con los Países Bajos, en Gravelinas y sobre todo en San Quintín (1557). Esta enorme victoria dejaba el camino abierto al rey para asediar París, pero no se atrevió. Firmó la Paz de Cateau-Cambrèsis (1559) que supuso la hegemonía incontestable de España en el continente. Felipe II, hombre fervoroso, construyó el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial en honor de dicho mártir, por conseguir tan importante victoria en la festividad del mismo.
Hasta final de siglo, Francia deja de ser un rival puesto que está envuelta en terribles guerras de religión, como veremos.

El monasterio-palacio de El Escorial es uno de los más importantes monumentos de nuestro país

·           LUCHAS CONTRA LOS TURCOS OTOMANOS:

como la presión de los piratas sobre las costas españolas no cesaba, formó la Liga Santa con los principales enemigos de los turcos: la república veneciana, el Papado y la Orden de Malta. La flota coaligada, comandada por el hermano del rey, don Juan de Austria, arrinconó y destruyó a la otomana, más numerosa, en el golfo de Corinto (Grecia). La batalla de Lepanto (1571), la mayor victoria de la armada española, no supuso el fin de la piratería, pero si un freno a la expansión marítima turca. Cervantes, herido en la batalla, fue secuestrado a la vuelta (ironías del destino) y estuvo preso en Argel, ese nido de piratas que Carlos I no logró tomar.




Las galeras eran el barco de guerra típico del Mediterráneo, mar cerrado,
frente al  galeón, apto para el Atlántico, base de la Armada Invencible

La batalla de Lepanto, de Veronés


·         REBELIÓN DE LOS PAÍSES BAJOS:

Primero, vamos a hacer una pequeña introducción recordando lo que se explica en 4º E.S.O.:
[Tras la Reforma de Lutero, surgieron otros reformistas, que, éstos sí,  trataron de crear sus propias Iglesias. El más importante fue sin duda Jean Cauvin o Calvino, cuyas ideas tuvieron gran difusión en los cantones suizos, Países Bajos, Escocia (presbiterianos) y Francia (hugonotes). Entre dichas ideas, destaquemos:
·           La idea de predestinación: según Calvino, que te salves o te condenes, no depende de tus acciones, tu destino ya está sellado el día de tu nacimiento. ¿Cómo saber si te vas a salvar? Un indicativo es tener éxito en la vida. El éxito en los negocios, las cosechas, etc. te dice que Dios te ha elegido. ¿Qué grupo social es el principal seguidor de esta religión? Evidentemente, la burguesía.
·           Prohibición de las imágenes religiosas (iconoclastia).
·           Rigurosidad moral. La comunidad vigila que los miembros de la misma guarden una vida ordenada, sin escándalos, cumpliendo todos los preceptos religiosos, etc. Incluso crearon algo similar a la Inquisición. Esto lo hemos visto en EEUU a menudo porque muchos calvinistas británicos emigraron a América.]
Cuando estas ideas tienen abundantes seguidores en los Países Bajos, sobre todo en el norte (Holanda y Zelanda), que son territorios donde abunda la burguesía comercial y financiera, en los dominios del “Rey Católico”, comenzará este gran conflicto.
Los calvinistas más rigurosos y radicales destruirán imágenes religiosas y atacarán iglesias católicas, a partir de 1566, con lo que la Inquisición tendrá que actuar con gran dureza, encrespando bastante los nervios. De hecho, esta solución provocará un descontento tan general que tendrá que enviarse al duque de Alba con tropas para sofocar los cada vez más frecuentes incidentes. Éste establecerá una férrea represión a través del “Tribunal de la Sangre”, aún más duro que la misma Inquisición, ejecutando a gran número de personas. Aparte, el descontento crecerá por la presencia de las tropas, porque para pagarlas se imponen enormes tributos a la población y cuando aquéllas no reciben su dinero (cada vez más frecuentemente), saquean las ciudades donde están.
El duque de Alba, gobernador de los Países Bajos

Esto será lo que provocará un gran alzamiento general liderado por Guillermo de Orange.

Guillermo de Orange, cabecilla de la rebelión
Ante un desencadenamiento inesperado de los acontecimientos, Felipe II decide retirar al duque de Alba como gobernador de los Países Bajos y envía a Luis de Requesens, más conciliador.
Durante el mandato del siguiente gobernador, Alejandro Farnesio se firma la Unión de Arrás, en la que las provincias rebeldes católicas vuelven a la obediencia a Felipe II, mientras que las protestantes firman la Unión de Utrecht, síntoma de que se estaba gestando otra nación.
Pero la intolerancia del Rey a aceptar otra creencia que no sea la católica, hace que decida entregar dicho territorio a su hija Margarita, con la condición de que si no tenía descendencia, volvería a la monarquía hispánica. Esta rebelión continuará hasta la época de Felipe IV.

·         INGLATERRA: DE MONARCA CONSORTE AL ENVÍO DE LA ARMADA INVENCIBLE:

Primero, hacemos la debida introducción que recuerda lo que ya sabemos:
[Catalina, hija de los Reyes Católicos, fue casada con el rey Enrique VIII de Inglaterra, para seguir estrechando lazos con dicho reino. Pero éste, encaprichado por Ana Bolena, pidió al Papa el divorcio (sólo él lo podía conceder), argumentando que la reina no le había dado descendencia. Como no se lo concedieron, decidió erigirse jefe de su propia Iglesia a través del Acta de Supremacía, que funda la Iglesia Anglicana (la única característica esencial, es pues, que no reconoce la autoridad papal). No pensemos sólo en un amorío, que es nada más que el detonante, las razones de fondo son la intromisión del clero inglés en el poder real (ahora está controlado por la monarquía) y el ansia de ésta por las enormes riquezas de la Iglesia en Inglaterra.]
Pero a la muerte de Enrique VIII esta situación es invertida de nuevo. María I, casada con Felipe II, deroga el Acta de Supremacía y vuelve a la obediencia papal. A continuación, inicia una represión sangrienta contra los anglicanos, de ahí su apodo de María la Sanguinaria (“Bloody Mary”). Se trata de volver también a la tradicional alianza con España, reinstaurando el catolicismo. Pero Felipe II nunca fue rey de Inglaterra, sino rey “consorte”, por miedo a que ocupara el trono. Curioso es decir que vivió 2 años en Londres.

Felipe II de España y María I de Inglaterra
(los perros en un cuadro matrimonial simbolizan la fidelidad)

Cuando muere María I, sube al trono Isabel I que volverá a reinstaurar la Iglesia Anglicana, y deseosa de eliminar la influencia de España en su país, a la vez que envidiando nuestro imperio colonial, se convertirá en la gran enemiga de Felipe II.

El corsario Sir Francis Drake


Isabel I de Inglaterra, la gran enemiga de Felipe II

Será quien patrocine a los corsarios Drake y Hawkins, que atacaron y saquearon numerosas ciudades indefensas en América, como las del Caribe y en el Pacífico.

Los ataques corsarios obligarán a fortificar aún más el Caribe y también las costas del Pacífico,
indefensas hasta ahora, lo cual tendrá un enorme coste económico. Este fuerte está en Panamá

A su vez, como “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo”, prestará ayuda financiera a los rebeldes calvinistas holandeses.
Serán éstas las causas de que Felipe II tome la decisión de enviar una gran flota, la llamada “Armada Invencible” contra Inglaterra, que embarcarían los tercios de Flandes, la élite de nuestro ejército, y desembarcarían para reinstaurar allí el catolicismo. El detonante fue que María Estuardo, posible candidata católica al trono inglés, fue ejecutada por Isabel. Sin embargo, el organizador de la flota, el experimentado almirante Álvaro de Bazán, murió y el mando recayó en el incapaz duque de Medina Sidonia. Junto al mando inadecuado, el mal tiempo del Canal de la Mancha hizo que la flota estuviera poco organizada, a lo que hay que añadir los ataques de los barcos holandeses e ingleses, que causaron numerosas pérdidas. Los tercios no lograron embarcar y se decidió la vuelta a España. Pero como estaba bloqueado el Canal por la flota inglesa, se rodearon las islas británicas, perdiendo aún más barcos por ataques y tempestades, de tal manera que a su regreso a España (1588), sólo volvió un tercio de la misma. Ésta fue la mayor derrota de Felipe II.


A esto hay que añadir, también a finales de su reinado, que en Francia triunfó el partido hugonote (calvinista) que él había combatido apoyando a los católicos. Por ello, para no dejar a su hijo un país en guerra, firmó con Francia la Paz de Vervins (1598) y cedió Flandes a su hija Margarita. Sin embargo, ese mismo año tuvo que decretar la segunda bancarrota del Estado durante su reinado.

Ejemplo de resumen de este último punto, una vez que entendemos todo:
Felipe II pasa de ser aliado de Inglaterra a enemigo por razones religiosas (vuelta al anglicanismo), económicas (rivalidad en América) y políticas (apoyo a los rebeldes holandeses). Por eso envió la Armada Invencible que resultó derrotada. J

EL RÉGIMEN POLISIDONDIAL

¿Qué es el régimen o sistema Polisinodial?

Su etimología, “varios sínodos o reuniones” hace referencia al sistema de consejos que será la base del sistema de gobierno de los Austrias. Del término latino consilium derivan tanto consejo (de aconsejar) como concilio (reunión), de ahí la posible confusión.
Así pues, en este sistema Polisinodial un consejo es un grupo de personas, siempre de las más altas esferas sociales (alta nobleza, alto clero, familia real), de carácter consultivo (da consejos).
El rey para gobernar se apoya en estos Consejos, a cuyas reuniones puede asistir.

Hay dos tipos de Consejos:

·         TEMÁTICOS: con funciones concretas sobre asuntos que requerían una atención particular, como la Inquisición, Órdenes Militares, Hacienda o Guerra (separado por Felipe II del Consejo de Estado).

·         TERRITORIALES: cuyo cometido eran los asuntos específicos de cada reino o territorio. El primero que se creó (en tiempos de los RRCC), fue el de Aragón, al que siguieron en los reinados de Carlos I y Felipe II los de Indias (para los asuntos americanos), Italia, Portugal y Flandes. El Consejo de Castilla (antiguo Consejo Real de Castilla), tuvo más importancia que el resto, con competencias muy amplias y variadas: económicas, religiosas, culturales y jurídicas –actuaba como Tribunal Supremo de Justicia, por encima de cualquier Chancillería-.
En general, la función de estos consejos tenían una competencia doble: elevar informes –denominados consultas- al monarca, para que éste tomara la decisión oportuna, y resolver los asuntos de su jurisdicción, por delegación del rey.
Dentro de este sistema adquirieron una gran importancia los Secretarios de los Consejos que actuaban como puente entre el monarca y el Consejo al que pertenecían. El secretario personal del rey era, al mismo tiempo, secretario del Consejo de Estado.

Con respecto a la estructura política de la Corona de Aragón difería de la castellana en varios aspectos:
a) Era una confederación de territorios, cada uno de ellos con leyes e instituciones propias, y notables diferencias entre sí.
b) Las Cortes de los diferentes reinos aragoneses ejercieron un fuerte control sobre la monarquía, limitaron su poder, frustraron cualquier pretensión absolutista defendiendo los intereses específicos de las fuerzas sociales dirigentes de sus respectivos reinos -la nobleza, el clero y la alta burguesía-. Además existían Cortes independientes en Aragón, Cataluña y Valencia, y Mallorca, pero nunca llegaron a unirse como ocurrió con las de Castilla y León.
c) El Justicia Mayor. Fue un cargo específico del reino de Aragón. Su función primordial era la interpretación y defensa de los fueros propios de Aragón, en especial frente a posibles pretensiones autoritarias de la monarquía, su apogeo coincidió con los siglos XIV y XV.

La administración territorial de los distintos reinos bajo los Austrias.
Independientemente de la administración central, cada territorio a su vez mantenía unas instituciones propias que le conferían un cierto grado de autonomía.
Aunque en este ámbito la diversidad era grande, algunas instituciones eran similares en varios territorios:
·         Los Virreyes suplían al monarca y asumían funciones en algunos territorios no castellanos. Este cargo tenía su origen en la Corona de Aragón, y hubo virreyes en Navarra, Cataluña, Aragón, Valencia, Mallorca, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Nueva España (Méjico) y Perú.
·         Las Audiencias desempeñaban la función de tribunales superiores de justicia en sus respectivos territorios y se crearon nuevas sedes durante el siglo XVI.
Desde el principio hay dos teorías sobre cómo concebir la unidad de España, y las dos teorías van a luchar entre sí:
1.   Los partidarios de una monarquía centralista que suprimiera los privilegios y unificara usos y leyes para todos los reinos. Sus máximos representantes se encontraban en Castilla ya que desde este reino se regía el imperio y eran los que más aportaban en hombres y en impuestos. Pretendían la castellanización de toda la Corona. Ejemplos importantes serán el duque de Alba o ya en el XVII el Conde-duque de Olivares.
2.   Los partidarios de una monarquía descentralizada o foralista, lo que hoy llamaríamos federal; pretendían seguir con los privilegios que tenían. Sus principales simpatizantes se encontraban en los reinos que menos aportaban: Aragón, Portugal, Países Bajos, Nápoles.

CONQUISTA, COLONIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE LA AMÉRICA HISPANA EN LOS SIGLOS XVI Y XVII

Como sólo nos exigen para PAEG las “Formas de Colonización”, daremos unas pinceladas sobre el descubrimiento y la conquista; además, sobre las reformas durante el s. XVIII hablaremos en la entrada correspondiente.

El Descubrimiento y la conquista de América

Ya comentamos como el proyecto de Cristóbal Colón era viajar hacia Asia buscando una ruta hacia el Oeste, así que fracasó en su proyecto de comerciar con especias. Sin embargo el azaroso descubrimiento de estas tierras constituyó un fin en sí mismo ya que los Reyes Católicos se proponen cristianizar y conquistar dichas tierras, como acababan de hacer con las Canarias.

Colón fue destituido como gobernador y los monarcas impusieron uno bajo sus órdenes directas, iniciando así el férreo control real sobre América.
·                    La zona del Caribe fue descubierta y conquistada hasta la época de Carlos I que es cuando se producen las grandes conquistas de Cortés y Pizarro. Allí la población nativa fue sometida a trabajo forzado, lo cual, junto a la difusión de enfermedades que traían los españoles, acabó por exterminar a los indios caribes. De ahí que se tuvieran que repoblar aquellas tierras con esclavos africanos.
·                    Hernán Cortés partió de Cuba en 1519, al mando de un pequeño contingente preparado por el gobernador de dicha isla. Cuando llegó al continente, fundó Veracruz y entró en contacto con los tlaxcaltecas, una tribu recién sometida por los aztecas y enemigos de éstos, con los que Cortés pactó. Marchó con dicha ayuda hacia Tenochtitlán, donde secuestró a Moctezuma, el emperador azteca, que murió en un tumulto contra la ocupación española. Tuvo lugar entonces la “Noche Triste”, en la que los españoles fueron expulsados de la ciudad, pero Cortés logró rehacerse y vencer a los mejicanos en la batalla de Otumba (1521). A continuación emprendió al asedio y ocupación definitiva de la capital. A partir de ahí, sometió el resto del Imperio Azteca de 1521 a 1525.

·                    La conquista del Imperio Inca fue una hazaña aún más increíble. Pizarro y Almagro firmaron una capitulación con un clérigo (un contrato, especificando qué aportaba cada uno a la hueste o ejército, y por tanto, qué % de los beneficios recibiría). Teniendo noticias de una gran civilización en los Andes, se dirigieron hacia allí donde los incas estaban finalizando una terrible guerra civil entre Atahualpa y su hermano Huáscar, recientemente derrotado. Atahualpa acudió rápidamente con un gran ejército pero cayó en una trampa y fue apresado. Prometió una habitación llena de oro y plata por su libertad, pero tras entregar lo pactado, fue asesinado por los españoles. Después de derrotar a los incas en Cajamarca, Pizarro ocupó Cuzco, la capital, y fundó la suya, Lima. Las disputas entre los vencedores acabaron con Almagro, que acababa de conquistar Chile, asesinado, y Pizarro muerto por los partidarios de aquél.

Ruta de Pizarro
·                    Otros descubrimientos y conquistas:
-la expedición de Núñez de Balboa en 1513, que descubrió el Pacífico, tras atravesar el istmo de Panamá con sus barcos a cuestas.
-la aventura de Ponce de León que recorrió la Florida buscando la “fuente de la eterna juventud”.
-el descubrimiento y exploración del curso del río Orinoco en Venezuela por Orellana, que buscaba el mito de “El Dorado”.
-las exploraciones hacia el estuario del río de la Plata (Argentina-Uruguay) de Cabeza de Vaca, o hacia el norte de Méjico y sur de EEUU por Vázquez de Coronado.
-la primera vuelta al mundo, dada por Magallanes y Elcano, también entre 1521 y 1523. Gracias a ella los españoles iniciarán, de mano de Legazpi, la ocupación de las Filipinas.

Muchos de estos conquistadores eran segundones de la nobleza que, tras la reconquista, veían la aventura americana como una vía de obtener unos señoríos propios que no podían obtener en las guerras europeas.

SISTEMAS DE EXPLOTACIÓN EN LA AMÉRICA HISPANA:

Los sistemas empleados serán de clara influencia medieval, de la época de la reconquista.
·                    La encomienda: al principio, la empresa de Colón fue financiada y dirigida por la monarquía, sin embargo, pronto los súbditos emprendieron sus propias iniciativas privadas. Así, hemos citado como particulares firmaban capitulaciones o acuerdos de conquista, que el rey respetaba siempre y cuando se le pagara una quinta parte del botín. La monarquía, reacia a crear señoríos poderosos como los de la nobleza en España, al final tendrá que plegarse por sus propias necesidades. Para poner en explotación las tierras ocupadas y también extender la “civilización cristiana” recurrirá a crear encomiendas, un sistema por el que un conquistador recibe un lote de tierras con un número dado de familias indias, que quedan a su cargo. Los nativos están obligados a trabajar, aunque perciben un salario, y el encomendero debe protegerlos, aplicar justicia y enseñarles nuestras costumbres, nuestra religión y nuestra lengua. Aunque estas encomiendas eran vitalicias (durante la vida del encomendero), se van a hacer hereditarias, creando una desigual distribución de las tierras que llega hasta hoy en Latinoamérica: grandes latifundios en manos de pocos, mientras la mayoría de la población depende de los terratenientes.
·                    La mitta: era el sistema para explotar las grandes minas de plata de América en Potosí (Perú) y Zacatecas (Méjico). Para ello, los españoles emplean el sistema de los antiguos nativos, el trabajo forzado de parte de la población durante un tiempo determinado en las minas, aunque se les pagase. No era trabajo esclavo, pero como provocó una gran mortandad y una amplia desestructuración de las familias, incidió duramente en el descenso demográfico de los americanos.

Citemos a fray Bartolomé de las Casas, clérigo que protestó enérgicamente contra el maltrato dado por los españoles a los indios, y las pésimas condiciones en que éstos vivían. Llegó a ser escuchado por el mismísimo Carlos I, y su influencia se dejó ver en la redacción de las Leyes Nuevas de Indias de 1542.

LA ADMINISTRACIÓN DE LA AMÉRICA COLONIAL:

Para la administración de los territorios conquistados, se recurrió a una amalgama de sistemas, unos nuevos, otros ya creados.

·         Instituciones en España:
1.     El Consejo de Indias: era el órgano supremo en el gobierno de América, bajo supervisión del Rey. Realizó, por ejemplo, la legislación que arriba hemos citado.
2.     La Casa de Contratación: situada en Sevilla, se encargaba de regular el tránsito de personas y mercancías hacia América. Centralizando estas tareas en un solo lugar, la monarquía se aseguraba que a América no viajaban moriscos, ni conversos, etc. y toda mercancía que llegaba o salía de la península pagaban sus impuestos correspondientes. Los valiosísimos registros que nos han quedado están aún allí, en el Archivo de Indias.

·      Instituciones en América:
1.   Administración territorial: se crearon dos grandes divisiones administrativas o Virreinatos, el virreinato de Nueva España (Méjico y Centroamérica) y el de virreinato del Perú (Sudamérica). Estaban al mando de un virrey, el cargo más importante debajo del propio monarca. Eran elegidos directamente por él (aquí es famoso el Virrey Morcillo) y tenían un mandato de 4 años tras el cual pasaban por una especie de inspección. Este sistema, implantado por Aragón desde la Edad Media en Italia, permitía controlar férreamente las colonias.

Por debajo, cada virreinato se dividía en unidades más pequeñas, las gobernaciones, al cargo de un gobernador. En zonas que requerían la presencia de tropas (lugares fronterizos) o de barcos de guerra (Caribe) se establecían Capitanías Generales al mando de un Capitán General, con funciones militares y civiles.

Todos estos cargos decisivos recaían en españoles designados por la monarquía,  pasaban un llamado “juicio de residencia”, para ver si había existido corrupción durante su mandato. También existían visitadores o inspectores reales.
Existían divisiones más pequeñas, como los corregimientos y alcaldías mayores, cuyos cargos recaían entre las familias más poderosas del lugar.
2.   Administración de justicia: para ello se establecieron unos juzgados móviles o Audiencias, compuestas por varios jueces u oidores, que se trasladaban de lugar dentro de su jurisdicción. El número de Audiencias fue creciendo con el paso del tiempo. La primera, por ejemplo, fue la de Puerto Rico, que juzgaba los casos de todo el Caribe.
3.   Administración religiosa: la Iglesia también buscó afianzar desde el primer momento su presencia en el nuevo continente. Junto con los conquistadores iban los misioneros, que fueron los primeros en aprender las lenguas nativas para difundir el mensaje de Jesús. Primero se hizo toda América dependiente del Arzobispado de Sevilla, hasta que se crearon diócesis propias (hay catedrales en Méjico y Lima) con sus obispos. Se estableció igualmente la recaudación del diezmo y la Inquisición. Gran papel tuvieron los jesuitas tras el Concilio de Trento, ya que obtuvieron grandes patrimonios sobre todo en Paraguay, donde eran un estado prácticamente independiente.

Sería preciso indicar algunos matices también relevantes:
-      En el XVI la administración colonial será más eficiente, y está mejor organizada.
-      En el XVII la penuria económica se traducirá en mayor corrupción, aparte del creciente contrabando inglés y holandés. Se detienen las conquistas porque se llegan a espacios sin pobladores (desierto de Nevada, en el norte, selvas en América del Sur,…).

LA SOCIEDAD COLONIAL:

La sociedad colonial estaba muy jerarquizada (estaba muy estructurada de arriba hacia abajo). Los altos cargos eran detentados por españoles, a los que seguían en importancia los criollos o descendientes blancos de los españoles emigrados. Con cierto desprecio se veía a los mulatos (mezcla de negros y blancos), pero aún peor se consideraba a los mestizos (mezcla de indios y blancos) Más abajo en la escala social estaban los negros e, irónicamente, los peor vistos eran la mayoría de la población, los indios.
¿A que esta consideración sigue existiendo cuando vemos telenovelas latinas?
Por tanto, más que el nivel económico, la distinción social la daba la raza.


LOS AUSTRIAS MENORES: FELIPE III, FELIPE IV Y CARLOS II.

A los monarcas españoles de la dinastía Habsburgo del XVII se les llama “menores” al ser menor su poder, su riqueza y su prestigio internacional.
Además, son monarcas más incapaces, y suelen dejar las responsabilidades del gobierno en validos, una figura que es más que la de un consejero o secretario de Estado, es también, un amigo.

REINADO DE FELIPE III (1598-1621)
Retrato ecuestre de Felipe III, por Rubens

Heredó un reino en la absoluta ruina económica. Subió al trono el año en que una epidemia arrasó Barcelona. El país estaba empobrecido y harto de tantas guerras que no reportaban un beneficio económico. Encima, gran peso de las mismas siempre recaía en Castilla.
                               
Política interior

Durante su reinado, sus validos fueron el corrupto duque de Lerma y su hijo, el duque de Uceda.
Retrato ecuestre del duque de Lerma, por Rubens
La medida más relevante de su reinado fue la definitiva expulsión de los moriscos en 1609. Esto tuvo importantísimas consecuencias económicas: causó la despoblación de numerosos territorios sobre todo en el reino de Valencia, y en menor medida, Murcia, perjudicando a los señores de esta región que se quedaban sin agricultores, la principal ocupación de este colectivo, tan castigado en un siglo. Se calcula que salieron unos 300.000 moriscos de los dominios del Rey Católico.

Política exterior

Se dice que Felipe III instauró la “Pax Hispanica”, que no es más que un eufemismo de una tregua por agotamiento generalizado. Francia e Inglaterra están ahora en paz con España.
Así, en 1609, cuando los Países Bajos vuelven a la corona (Felipe II los había cedido a su hija, pero murió sin descendencia y volvió a España), tiene que firmar una tregua, la Tregua de los 12 Años, que fue fundamental para la victoria final de los sublevados. Durante esta época las Provincias Unidas (lo que luego será Holanda) consiguen prácticamente su independencia: se va a consolidar económicamente, la burguesía instalará en el poder a la dinastía de Orange, extenderá su comercio a numerosas partes del mundo,… El XVII es la época de esplendor de los Países Bajos, el crecimiento económico permitirá a los rebeldes calvinistas fortificar las ciudades, reforzar la flota y preparar los ejércitos de tal manera, que será ya imposible su derrota.
Por el contrario, la monarquía hispánica tiene que firmar la tregua porque no tiene medios para mantener la guerra y devolver el territorio rebelde bajo su control.

Bajo el reinado de Felipe III comenzó la Guerra de los Treinta Años (1618-48) en el Imperio Alemán, en la que los Habsburgo austríacos implicaron también a los Habsburgo españoles. Pero nuestra participación tuvo lugar ya en el reinado de Felipe IV.

REINADO DE FELIPE IV (1621-65)
Felipe IV retratado por Velázquez
El reinado de Felipe IV es el reflejo de la incapacidad que muestra ya la monarquía hispánica en alcanzar la hegemonía europea, esos altos objetivos que antes pretendía y ahora la enorme crisis económica y demográfica hace imposibles.
Tampoco le fue bueno el contexto internacional: a su subida al trono expiraba la Tregua de los 12 Años y 3 años antes había comenzado la Guerra de los Treinta Años.
Su más destacado valido fue el Conde-duque de Olivares, político astuto, pero demasiado ambicioso para las posibilidades que la decadente situación del reino le podía ofrecer.
El conde-duque de Olivares, retratado por Velázquez
Fue él quien implicó a España en la guerra de los Treinta Años (1618-48), iniciada por la resistencia de los príncipes alemanes al centralismo del emperador y también por causas religiosas. Durante sus inicios (fases bohemia y del Palatinado) los Habsburgo llevaron las de ganar, incluso nuestros tercios intervinieron en la victoria de Montaña Blanca frente a los protestantes bohemios (Bohemia es más o menos República Checa).
Sin embargo, la guerra se alargó con la intervención sueca en defensa de los protestantes (=excusa: busca anexionarse la costa alemana del Báltico), y la alianza hispano-austríaca perdió fuelle (el ejército sueco tenía una organización y maniobrabilidad que eran revolucionarias en su época). Tras la muerte del rey sueco Gustavo Adolfo en combate, la situación parecía resolverse, pero no fue así.
Luis XIII de Francia, entró en guerra contra los Habsburgo (1635), pese a estar casado con la española Ana de Austria, por las presiones del cardenal Richelieu. Era el momento que habían esperado para zafarse del control de los Austrias, cuyas posesiones la rodeaban por completo. Ahora sus rivales estaban agotados tras 17 años de guerra.
Esta decisión fue fatal para la monarquía hispánica, que ahora estaba logrando avanzar contra los rebeldes holandeses. Allí toma el mando Ambrosio Espínola, que, con la base segura de las provincias del sur (Unión de Arrás), conquistará Breda (inmortalizado en el cuadro de Velázquez).
La rendición de Breda, también conocida como "Las lanzas", por Velázquez
 Al abrirse tantos frentes, Olivares tomará la determinación de que todos los reinos que componen la monarquía hispánica contribuyan con hombres y fondos al esfuerzo de la guerra, una medida llamada “Unión de Armas”, que provocó alzamientos generalizados, también por coincidir con épocas de malas cosechas, en todas partes. En Nápoles y Sicilia, en Andalucía hubo un intento de secesión, también hubo un complot en Aragón,… pero sin duda, las sublevaciones más importantes fueron las de Portugal y Cataluña (1640).
En Portugal, que se había negado a contribuir a dichas guerras, existía un creciente descontento por el ataque de los rebeldes holandeses a sus colonias en Brasil e Indonesia. Se buscó a un pariente de la antigua dinastía portuguesa, el maestre de la Orden de Avis, y se declaró independiente.
Tuvo éxito gracias a ser casi simultáneo el alzamiento de Cataluña. Cuando la monarquía tuvo que elegir dónde actuar, decidió en Cataluña, ya que estaba en guerra con Francia, y esto supuso la secesión definitiva de Portugal.
Y es que también la situación en Cataluña era quizá peor. Los catalanes, hartos de las tropas castellanas que luchaban contra Francia (Olivares inició allí una ofensiva para obligar a los catalanes a contribuir), se rebelaron, mataron al virrey (“Corpus de Sangre”, en 1640) y se declararon independientes. Al año siguiente, declararon soberano al rey francés Luis XIII, lo cual suponía un hecho de extremada gravedad.
Por supuesto, Olivares es depuesto de su cargo.
El Corpus de Sangre, por Antoni Estruch
Se firma el final de la Guerra de los Treinta Años en la Paz de Westfalia (1648), que supondrá 2 hechos relevantes:
1.   el fin de la confederación del Imperio alemán: ya no hay un emperador como árbitro. El rey de Austria se volcará por tanto, a otros asuntos en el XVII y XVIII, como arrebatar Hungría a los turcos otomanos. (no nos incumbe, pero es importante)
2.   España reconoce la independencia de las Provincias Unidas (Holanda), tras casi 80 años de conflicto. No sólo era un mazazo a su autoridad, sino que significará la creación de un rival económico de primer orden.
Felipe IV en su juventud
Ahora España, abandonada por su aliado, prosigue la guerra contra Francia. Recuperará bajo su control Cataluña, tras la conquista de Barcelona (1652), y presionará con los tercios de Flandes desde el norte, por fin, disponibles. Precisamente allí se había sellado su mayor derrota, en Rocroi, reflejo del fin de la hegemonía militar española.
La humillante Paz de los Pirineos (1659) supondrá:
-      La pérdida de ciudades en Flandes (el Artois) y la Cataluña francesa (Rosellón y Cerdaña), puesto que se establece la frontera en los Pirineos. Por tanto, la rebelión catalana se saldó con la destrucción y la amputación de su territorio.
-      Se pacta el matrimonio de Luis XIV de Francia con una hija de Felipe IV, María Teresa. Esta maniobra diplomática será de una gran relevancia posterior.
-      Supondrá el fin de la hegemonía española en Europa y el comienzo de la hegemonía francesa en el continente.
Las paces de Westfalia y Pirineos
Afligido, Felipe IV, el rey que quería haber devuelto a España a la grandeza en Europa, había perdido extensos territorios, había arruinado al país, y tiene que aguantar que a su hija “se la beneficie” su peor enemigo.

EL REINADO DE CARLOS II (1665-1700)
Carlos II, retratado por Carreño de Miranda
A veces, en la historia, confluyen circunstancias que permiten cambios decisivos. Cuando en Francia gobierna el rey más longevo, capacitado y belicoso (guerrero), el trono español recae en el rey más incapaz y débil que ha tenido.
Carlos II nunca estuvo destinado a gobernar. Sus hermanos mayores, educados para ello, murieron jóvenes. Él nació sólo 4 años antes de la muerte de su padre. Con su llegada al trono se abría un periodo de regencia, que siempre conlleva inestabilidad. El rey más belicoso del siglo está interesado en las posesiones españolas (Inglaterra no interviene puesto que tiene problemas internos). Para colmo, desde su infancia, Carlos recibe el apodo de “El Hechizado”, porque no se sabe qué le pasa. A los 9 años aún no sabía leer. A ojos de todo el mundo era poco inteligente y enfermizo. Desde luego que en su estado físico debió influir la brutal endogamia de sus progenitores: las casas reales austríaca y española venían casando a sus herederos entre sí siglo y medio, primos con primas. Ni siquiera se cuidó su educación pensando que también moriría joven. Se decía que carecía de voluntad propia. Posiblemente, también era estéril.
Carlos II adorando la Sagrada Forma

Su reinado tiene dos fases claramente diferenciadas: la regencia y su gobierno personal.
1.    La Regencia de Mariana de Austria (1665-75): el testamento del rey entregaba la regencia a la reina madre, que tuvo como valido a su confesor, el padre Nithard, un jesuita de origen alemán. Fue siempre impopular, lo cual desestabilizó al gobierno.
El jesuíta Nithard
 2.    El reinado personal de Carlos II (1675-1700): ante la impopularidad de la regente y su valido, se declaró mayor de edad al Rey (tenía 14 años), pero esto no podía solucionar los graves problemas de la Corona. Su hermanastro, don Juan José de Austria, hijo bastardo de Felipe IV, intentó hacerse con el poder, nombrándose valido, pero también murió. 
Don Juan José de Austria
Entre tanto, Luis XIV asediaba a nuestro reino declarándonos la guerra continuamente sin cumplir las paces pactadas. Consciente de la debilidad de la corona hispánica, ensanchó sus fronteras, queriendo llegar hasta el Rhin:
-      Por la Paz de Nimega (1679), obtuvo el ansiado Franco Condado.
-      Por la Tregua de Ratisbona (1684), se hizo con Luxemburgo.
-      La invasión del Palatinado (territorio alemán) y de Cataluña provocó una reacción internacional (una alianza militar) contra Luis XIV. Por la Paz de Ryswick (1697) el “Rey Sol” devolvía a España las posesiones arrebatadas desde Nimega (aunque obtuvo Haití).
Obviamente, la repentina benevolencia del monarca francés era debida a la presión internacional y también a “lavar su imagen” en nuestro país, viendo ahora claras las aspiraciones de su dinastía al trono español, ya que el rey, tras dos matrimonios, seguía sin descendencia.

Escenarios de las guerras de Luis XIV

ECONOMÍA Y SOCIEDAD DURANTE LOS SIGLOS XVI Y XVII

Este apartado, no explícitamente recogido en el temario, nos servirá para entender las reformas que estudiaremos en el s.XIX.

LA SOCIEDAD ESTAMENTAL (HASTA EL S. XIX)

La sociedad estamental es el sistema social del Antiguo Régimen; está vigente desde la Edad Media, sin grandes cambios sustanciales, hasta el s. XIX.

CARACTERÍSTICAS:

1.   Está dividida en estamentos, que son grupos sociales cerrados, es decir, no hay movilidad social.
2.   La pertenencia a cada grupo viene por nacimiento, rara vez los méritos de una persona van a suponer un gran ascenso social. Como mucho, una forma de promoción es pasar a formar parte del clero.
3.   Hay dos grandes grupos: los privilegiados y los no privilegiados. Dentro del primero, están la nobleza y el clero, que no pagan impuestos, símbolo de su superior estatus, y tienen más alta consideración social. Los no privilegiados son un grupo más heterogéneo y dispar, que nunca tendrá acceso a los altos cargos del gobierno, ejército, etc. De hecho, el ideal típico de esta época es la forma de vida de la nobleza, que no trabaja (y aún subsiste).

NOBLEZA:

Dentro de la nobleza, según su origen, podemos distinguir nobleza de sangre (los sucesores de los antiguos nobles de la época medieval, de linajes consolidados) y nobleza de servicio (los ascendidos por méritos en épocas más recientes, como Cortés). Todos ellos ahora están cerca de la Corte y del Rey.
Según su importancia y riqueza podemos diferenciar varios grupos.
Los más distinguidos y con más tierras son la familia real y los “Grandes de España” (duques de Alba, Medinaceli, Medina-Sidonia, los Álvarez de Toledo,…), que ocupan cargos decisivos en los Consejos del reino, en los Virreinatos, en el ejército y en la Armada,…
Por debajo en la pirámide social estaba el resto de la alta nobleza, grandes terratenientes, y que ocupaban cargos muy importantes dentro de la administración del reino.
Dependiendo de la cantidad de tierras que se tenga, se pueden distinguir más grupos, como la baja nobleza local, pero el grupo más numeroso y menos influyente dentro de los nobles son los hidalgos, que a menudo habían perdido sus propiedades y no podían trabajar, si no, perdían su consideración de noble. Por ejemplo, Don Quijote tiene armas viejas, heredadas, pero nada para comer. Curioso es que el País Vasco tenía el privilegio de que todos los nacidos allí tenían automáticamente la consideración de hidalguía.
La función de la nobleza es gobernar y luchar, por eso ocupa dichos cargos. Para nada deben trabajar, si lo hacen con sus propias manos, pierden su consideración, como hemos dicho.
Su forma de vida es la que intentan imitar el resto de grupos sociales, y la mayoría son rentistas, es decir, viven de las rentas de sus enormes propiedades heredadas (alquileres, impuestos a los campesinos por usar el bosque, las bodegas, el molino,…). Éstas se mantenían gracias a una institución, el mayorazgo, que hacía recaer la totalidad de las propiedades de una familia en el primogénito, pero aunque podía percibir las riquezas que generaban, no podía enajenarlas, es decir, venderlas.
Los llamados segundones de la nobleza, por tanto, sin herencia, eran destinados a otras funciones, como cargos en el alto clero o el ejército.

CLERO:

Eran un estamento bisagra o puente entre los más ricos de la sociedad y los menos poderosos.

Según su ocupación, el clero puede ser:
·         Clero regular es el que está sometido a una regula o regla, es decir, las órdenes religiosas de monjes y monjas. Son órdenes como las clarisas, las órdenes militares, los franciscanos, agustinos, jesuitas, etc.
·         Clero secular son los demás: los curas y sacerdotes que están en parroquias, los arcedianos de las catedrales, los obispos, etc.

Según las rentas de las que disfrutan según su ocupación o cargo, podemos distinguir:
·         Alto clero: los cargos más altos, como cardenales, arzobispos, obispos, inquisidores, abades, maestres de las órdenes militares, los líderes de las órdenes más ricas, etc. Disfrutan de enormes rentas producidas por las propiedades cedidas durante siglos a monasterios, obispados, órdenes, etc. Podían ser tierras, solares, rebaños,… Así, en la práctica, también eran señores como la nobleza, con abundantes siervos a su servicio y bajo su control. Sus propiedades jamás disminuyen, es más, aumentan conforme se producen más donaciones. Además, muchas de estas propiedades tenían privilegios, exenciones (rebajas o eliminación de impuestos), etc. Sus miembros provenían de la nobleza.
·         Bajo clero: los párrocos, ermitaños, vicarios, monjes de los monasterios,… Vivían de propiedades y rentas más humildes que las del alto clero. Sus miembros provienen del Tercer Estado.
De forma general, el clero cobraba un impuesto importantísimo para su financiación, el diezmo, que consistía en el 10% de todas las propiedades, que cobraba al pueblo.
Su función es rezar y velar por la salvación de todas las almas, por ejemplo, a través de vigilar y controlar la moral o comportamiento de la sociedad.
Puntualizar que su capacidad de difundir ideas es importantísima, podían movilizar al pueblo llano a través de sus sermones diarios y semanales, puesto que casi siempre, el clero secular era la única vía para conocer hechos políticos.

PUEBLO LLANO o TERCER ESTADO:

Eran un grupo más heterogéneo, es decir, dispar, ya que incluye a todos los no privilegiados, desde campesinos pobres a burgueses con más riquezas que la nobleza.
La burguesía era el grupo más rico dentro de este estamento. Era una clase social que surge en la Edad Media y se caracteriza por generar riquezas a partir de negocios no relacionados con la tierra, sobre todo comercio, industria y banca (préstamos). Pero a pesar de tener mayor poder económico que muchos nobles, no tenían su consideración social.
En España la burguesía era un grupo menos numeroso que en otras regiones europeas como Inglaterra o los Países Bajos, aunque a finales del XV y principios del XVI sí lo era, sobre todo en Sevilla (asociado al comercio con América). Todo cambió con el descubrimiento de las grandes minas de plata americanas, que generó enormes fortunas, y como efecto negativo, el abandono de sus negocios por parte de muchos burgueses, que se dedicaron a vivir de sus rentas, el ideal de la nobleza.
Por debajo de esta clase, que se distingue por su riqueza, hay situaciones muy diversas. Así artesanos y pequeños comerciantes de las ciudades, campesinos propietarios, campesinos no propietarios (la mayoría) como arrendatarios (alquilan tierras), etc.

LA ECONOMÍA DURANTE LOS AUSTRIAS

Vamos a resumir mucho.
La economía de esta época es fundamentalmente agraria, es decir, gran parte de la sociedad y la riqueza depende de este sector.
En el s. XVI hay una expansión demográfica que es causa y consecuencia de la expansión agraria. Pero ésta no es porque se mejoren las técnicas agrícolas o los rendimientos, sino por la extensión de terreno cultivado (nuevas roturaciones). Así podemos verlo en La Mancha, donde en las enormes extensiones de terreno dedicadas a la ganadería se fundan nuevas poblaciones (p.ej. Tomelloso), o bien se roturan nuevos espacios. Los núcleos que ya existían crecen, de ahí que la mayoría de las iglesias manchegas son del XVI (La Jara, La Gineta, Tarazona,…).
En el XVII se invierte esta situación, ya que se cree que hubo un pequeño cambio climático en toda Europa que provocó alteraciones en las condiciones atmosféricas, alterando los ciclos habituales. Así, a periodos de sequías, se sucedían años de excesivas precipitaciones, o tenían lugar heladas en épocas inusuales cuando ya habían florecido los cultivos. Esto provocó un gran aumento de épocas de malas cosechas (porque en el XVI también las hubo), lo cual incide en el aumento de la incidencia de las epidemias, un descenso de población, (también por las guerras y la emigración a América), asimismo descenso de las rentas que obtienen clero y nobleza, y como consecuencia, frecuentes alteraciones sociales.

Dentro de la ganadería, citar que continúa funcionando la Mesta, que sigue teniendo enormes privilegios y genera una gran riqueza.

El comercio exterior se vuelca casi en exclusiva hacia Flandes y sobre todo hacia América (Aragón sólo comerciará con las posesiones mediterráneas e Italia):
1.   Flandes era el destino principal de la lana castellana, de ahí la importancia económica que significaba el conservar aquel territorio. Felipe II no sólo era un radical religioso, era consciente de la importancia económica de los Países Bajos para su corona. Allí existían numerosos talleres textiles.
2.   Sólo Castilla podía comerciar con las colonias americanas, lo cual parece positivo para la economía. Sin embargo, esta situación de monopolio (sector en manos de un sólo beneficiario) provoca diversas consecuencias:
-      Muchos pequeños talleres o industrias locales se dedicarán a exportar a las colonias, con lo cual, como tienen un mercado fijo, no se esforzarán en ser competitivos.
-      Las colonias son dejadas en estado de infradesarrollo o dependencia para absorber nuestra oferta. Se prohibía crear ciertas industrias allí. Eso pesará enormemente tras su independencia.
-      Aparece un activo y creciente contrabando en manos de holandeses e ingleses ya que los productos españoles son más caros (monopolio), que perjudicará a España y beneficiará a nuestros competidores.

Respecto al comercio interior, hay que notar que era de escaso alcance. Las infraestructuras están poco cuidadas y el país está poco articulado, en comparación con otras naciones, debido a su orografía. No hay ríos navegables, así que el comercio se realizaba o bien por mar, o por tierra.
Aparte, en el Antiguo Régimen el comercio era entorpecido por numerosos impuestos que encarecían enormemente las mercancías. Así el portazgo, que gravaba cada paso por las puertas de una ciudad (era una fuente fundamental de financiación de los ayuntamientos), hacía que un traslado a larga distancia se tradujese en precios infladísimos.
Por eso, el comercio más frecuente se realizaba en ferias locales o regionales, ocasiones puntuales que reunían a los productores y compradores de un lugar una vez al año.

La artesanía sigue fundamentalmente en manos del sistema gremial.

Hay que destacar también el sector financiero. Éste siempre estuvo en la Edad Media en manos de judíos, pero tras su expulsión, la corona tenía difícil obtener dinero de forma extraordinaria. Una forma era reunir a las Cortes y pedir un impuesto extraordinario, el servicio, pero esto conllevaba otras dificultades. Para obtener una inyección inmediata de capital, se arrendaban los impuestos (asientos: un particular paga una cantidad inmediata a la corona y a cambio recauda los impuestos que corresponde a la monarquía en un lugar), o se recurría a la venta de títulos nobiliarios (sobre todo en el XVII y otras épocas de gran necesidad). También se emitía deuda pública o juros, como ahora.
Pero el mantenimiento de un cada vez más numeroso ejército mercenario lleva a pedir préstamos a particulares, como Carlos I que recurrió frecuentemente a los Fugger. Esta familia burguesa alemana financió los enormes gastos de la corte y la política exterior de los Austrias, que se vieron endeudados con ellos. A falta de dinero para pagarles, les llegaron a ennoblecer, les cedieron minas en América,… pero las sucesivas bancarrotas estatales acabaron por arruinarlos.
Y es que la llegada de enormes cantidades de plata americana para la Corona no sólo no se invirtió en negocios lucrativos, ni guerras beneficiosas, sino que provocó la mayor inflación de la historia hasta entonces. El enorme crecimiento de los precios provocó la ruina de las clases más bajas, de los rentistas más pequeños, etc. y hacía que los presupuestos estatales de nada valiesen. Por eso la moneda se devaluó extraordinariamente, y su valor se tenía que actualizar o resellar con frecuencia.
Pero lo peor fueron sin duda las sucesivas bancarrotas estatales. Como la Corona no podía pagar sus créditos se tenía que declarar en impago de sus deudas, lo cual provocaba la ruina de sus acreedores o prestamistas, que creciera la corrupción (puesto que los funcionarios no reciben sus salarios), etc. Esto supuso el fin de la ya escasa pequeña burguesía en el país. Durante el reinado de Felipe II se declararon 2 bancarrotas, una nada más subir al poder, en 1557 (por tanto, las deudas las heredó de su padre), y otra el año de su muerte, en 1598.

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