martes, 12 de marzo de 2013

TEXTOS DEL TEMA 8


TEXTOS TEMA 8

J. Pla: el 14 de abril en Madrid (PAEG)

A las tres de la tarde del día 14 se izó en Madrid la primera bandera republicana, que tremoló sobre el Palacio de Comunicaciones. Esta bandera produjo un movimiento general de curiosidad que se convirtió en un estallido de entusiasmo al conocerse que representaba realmente lo que simbolizaba, o sea, la toma del poder por parte del Gobierno provisional. En cuanto esto se hizo público, Madrid corrió a destruir y a esconder los símbolos monárquicos. Los comerciantes proveedores de la Real Casa, las tiendas con el escudo real, las fondas, teatros y restaurantes con algún nombre relacionado con la monarquía, hicieron desaparecer rápidamente los nombres comprometedores y dinásticos. Las estatuas que el pueblo consiguió derribar cayeron de forma implacable. Un busto de bronce de Primo de Rivera fue colgado en el balcón de Gobernación. Las banderas republicanas se hicieron más y más espesas. […] El pueblo de Madrid, que suele poseer una finura crítica indudable, aderezó el espectáculo con su causticidad proverbial. El Rey y la Reina no fueron tratados por la masa con cumplidos, pero tampoco con una crueldad exagerada.

J. PLA, «El 14 de abril en Madrid», Artículo publicado en La Veu de Catalunya, 1993.

Pastoral del Cardenal Segura

(…) Acabo de recibir en este momento las instrucciones de la Santa Sede (…)
2) Con relación a la nueva situación, ha juzgado la Santa Sede necesario el respeto y obediencia a los poderes constituidos para el mantenimiento del orden y para el bien común.
3) La Santa Sede no cree conveniente tomar resoluciones desde ahora acerca del Concordato.
Es, por tanto, necesario usar a este respecto una prudente reserva.
4) Pero lo que sí importa especialmente es la preparación para las Cortes constituyentes. Debe lograrse a todo trance la unión seria y eficaz de todos los católicos (…) con el fin de lograr que sean elegidos candidatos que den plena garantía de que defenderán los derechos de la Iglesia y del orden social (…). Con esta misma orientación (…) está organizada ya bajo las bases indicadas la unión de los católicos en la coalición denominada Acción Nacional, que es preciso apoyar decididamente.

SEGURA, P., cardenal arzobispo de Toledo. Declaración colectiva. Pastoral de los reverendísimos metropolitanos españoles, 16 de mayo de 1931

Posición de la Iglesia: Boletín Eclesiástico de Tarragona (PAEG)

Los principios y preceptos constitucionales en materia confesional no solo no responden al mínimum de respeto a la libertad religiosa y de reconocimiento de los derechos esenciales de la Iglesia que hacían esperar el propio interés y dignidad del Estado, sino que, inspirado por un criterio sectario, representan una verdadera oposición agresiva, aun a aquellas mínimas exigencias. […]. Más radicalmente todavía se ha cometido el grande y funesto error de excluir a la Iglesia de la vida pública y activa de la nación, de las leyes, de la educación de la juventud, de la misma sociedad doméstica, con grave menosprecio de sus derechos sagrados y de la conciencia cristiana del país, así como en daño manifiesto de la elevación espiritual de las costumbres y de las instituciones públicas. De semejante separación violenta e injusta, de tan absoluto laicismo del Estado, la Iglesia no puede dejar de lamentarse y protestar, convencida como está de que las sociedades humanas no pueden conducirse sin lesión de deberes fundamentales, como si Dios no existiera, o desatender a la Religión, como si esta fuere un cuerpo extraño a ellas o cosa inútil y nociva. […]
      Boletín Eclesiástico de Tarragona, 31 de diciembre de 1931

Manuel Azaña: el problema religioso (PAEG)

España ha dejado de ser católica; el problema político consiguiente es organizar el Estado en forma tal que quede adecuado a esta fase nueva e histórica el pueblo español. Yo no puedo admitir, señores diputados, que a esto se le llame problema religioso. El auténtico problema religioso no puede exceder de los límites de la conciencia personal, (...).
Durante muchos siglos, la actividad especulativa del pensamiento europeo se hizo dentro del Cristianismo, el cual tomó para sí el pensamiento del mundo antiguo y lo adaptó con más o menos fidelidad y congruencia a la fe cristiana; pero también desde hace siglos el pensamiento y la actividad especulativa de Europa han dejado, por lo menos, de ser católicos( ). Que haya en España millones de creyentes, yo no os lo discuto; pero lo que da el ser religioso de un país, de un pueblo y de una sociedad, no es la suma numérica de creencias o de creyentes, sino el esfuerzo creador de su mente, el rumbo que sigue su cultura.
Diario de sesiones de los Corles, 13 de octubre de 1931

La España incendiaria

Quemar (…) conventos e iglesias no demuestra ni verdadero celo republicano ni espíritu de avanzada, sino más bien un fetichismo criminal que lleva lo mismo a adorar las cosas materiales que a destruirlas. El hecho repugnante avisa del único peligro grande y efectivo que para la república existe: que no acierte a desprenderse de las formas y las retóricas de una arcaica democracia. Inspirados por ésta, no hubieran quemado los edificios, sino que más bien se habrían propuesto utilizarlos para fines sociales. La imagen de la España incendiaria, la España del fuego inquisitorial, les habría impedido, si fuesen de verdad hombres de esta hora, recaer en esos estúpidos usos crematorios.

Gregorio Marañón, J. Ortega y Gasset, Ramón Pérez de Ayala, Manifiesto de la Agrupación al Servicio de la República, 11 de mayo de 1931

José Ortega y Gasset: “no es eso, no es eso” (PAEG)

Desde que sobrevino el nuevo régimen no he escrito una sola palabra que no fuese para decir directa o indirectamente esto: ¡No falsifiquéis la República! ¡guardad su originalidad! ¡No olvidéis ni un instante cómo y por qué advino! En suma: autenticidad, autenticidad...
Con esta predicación no proponía yo a los republicanos ninguna virtud superflua y de ornamento. Es decir, que no se trata de dos Repúblicas igualmente posibles -una, la auténtica española, otra, imaginaria y falsificada- entre las cuales cupiese elegir. No: la República en España, o es la que triunfó, la auténtica, o no será. Así, sin duda ni remisión.
¿Cuál es la República auténtica y cuál la falsificada? ¿La de «derecha», la de «izquierda»? Siempre he protestado contra la vaguedad esterilizadora de estas palabras, que no responden al estilo vital del presente -ni en España ni fuera de España. (....) No es cuestión de «derecha» ni de «izquierda» la autenticidad de nuestra República, porque no es cuestión de contenido en los programas. El tiempo presente, y muy especialmente en España, tolera el programa más avanzado. Todo depende del modo y del tono. Lo que España no tolera ni ha tolerado nunca es el «radicalismo» -es decir, el modo tajante de imponer un programa-. Por muchas razones, pero entre ellas una que las resume todas. El radicalismo sólo es posible cuando hay un absoluto vencedor y un absoluto vencido. Sólo entonces puede aquél proceder perentoriamente y sin miramiento a operar sobre el cuerpo de éste. Pero es el caso que España -compárese su historia con cualquier otra- no acepta que haya ni absoluto vencedor ni absoluto vencido.
(... ) Pero en esta hora de nuestro destino acontece, además, que ni siquiera ha habido vencedores ni vencidos en sentido propio, por la sencilla razón de que no ha habido lucha, sino sólo conato de ella. Y es grotesco el aire triunfal de algunas gentes cuando pretenden fundar la ejecutividad de sus propósitos en la revolución. Mientras no se destierre de discursos y artículos esa «revolución» de que tanto se reclaman y que, como los impuestos en Roma, ha comenzado por no existir, la República, no habrá recobrado su tono limpio, su son de buena ley. Nada más ridículo que querer cobrar cómodamente una revolución que no nos ha hecho padecer ni nos ha costado duros y largos esfuerzos. Son muy pocos los que, de verdad, han sufrido por ella, y la escasez de su número subraya la inasistencia de los demás. Una cosa es respetar y venerar la noble energía con que algunos prepararon una revolución y otra suponer que ésta se ha ejecutado. Llamar revolución al cambio de régimen acontecido en España es la tergiversación más grave y desorientadora que puede cometerse. Lo digo así, taxativamente, porque es ya excesiva la tardanza de muchas gentes en reconocer su error, y no es cosa de que sigan confundidos lo ciegos con los que ven claro. Se hace urgentísima una división de actitudes para que cada cual lleve sobre sus hombros la responsabilidad que le corresponde y no se le cargue la ajena.
Las Cortes constituyentes deben ir sin vacilación a una reforma, pero sin radicalismo -esto es, sin violencia y arbitrariedad partidista-. En un Estado sólidamente constituido pueden, sin riesgo último, comportarse los grupos con cierta dosis de espíritu propagandista; pero en una hora constituyente eso sería mortal. Significaría prisa por aprovechar el resquicio de una situación inestable, y el pueblo español acaba por escupir de sí a todo el que «se aprovecha». Lo que ha desprestigiado más a la Monarquía fue que se «aprovechase» de los resortes del Poder público puestos en su mano. Una jornada magnífica como ésta, en que puede colocarse holgadamente y sin dejar la deuda de graves heridas y hondas acritudes, al pueblo español frente a su destino claro y abierto, puede ser anulada por la torpeza del propagandismo.
Yo confío en que los partidos (...) no pretenderán hacer triunfar a quemarropa, sin lentas y sólidas propagandas en el país, lo peculiar de sus programas. La falsa victoria que hoy, por un azar parlamentario, pudieran conseguir caería sobre la propia cabeza. La historia no se deja fácilmente sorprender. A veces lo finge, pero es para tragarse más absolutamente a los estupradores.
Una cantidad inmensa de españoles que colaboraron con el advenimiento de la República con su acción, con su voto o con lo que es más eficaz que todo esto, con su esperanza, se dicen ahora entre desasosegados y descontentos: «¡No es esto, no es esto!»
La República es una cosa. El «radicalismo» es otra. Si no, al tiempo.

                                        José Ortega y Gasset :    «Crisol», 9 de septiembre de 1931


La Constitución de 1931 (PAEG)

(…) España, en uso de su soberanía y representada por las Cortes Constituyentes, decreta y sanciona esta Constitución.
Art. 1° España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República constituye un Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones.
Art. 2°. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Art 3°. El Estado español no tiene religión oficial.
Art. 4°. El castellano es el idioma oficial (...) Todo español tiene obligación de saberlo y derecho de usarlo, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconozcan a las lenguas de las provincias o regiones (…)
Art. 6°. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional (…)
Art. 11°. Si una o varias provincias limítrofes, con características históricas, culturales y económicas comunes, acordaran organizarse en región autónoma para formar un núcleo político-administrativo, dentro del Estado español, presentarán su Estatuto con arreglo a lo establecido en el Art. 12. (…)
Art.25. No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios
Art. 26º. (…) Una ley especial regulará la total extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del Clero. Quedan disueltas aquellas órdenes religiosas que impongan (…) [voto] de obediencia a autoridad distinta a la legítima del Estado. Sus bienes serán nacionalizados y afectados a fines benéficos y docentes.
Art. 27º. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan garantizados en el territorio español (…); Los cementerios estarán exclusivamente sometidos a la jurisdicción civil. No podrá haber en ellos separación de recintos por motivos religiosos, (…)
Art. 43º. (…) El matrimonio se funda en la igualdad de derechos para ambos sexos, y podrá disolverse por mutuo disenso o a petición de cualquiera de los cónyuges, con alegación en este caso de justa causa.
Art. 44º. Toda la riqueza del país, sea quien fuere su dueño, está subordinada a los intereses de la economía nacional (...); La propiedad de toda clase de bienes podrá ser objeto de expropiación forzosa por causa de utilidad social mediante adecuada indemnización (…)
Art. 46º. [se establece] los casos de seguro de enfermedad, accidentes, paro forzoso, vejez, invalidez y muerte; el trabajo de las mujeres y de los jóvenes y especialmente la protección a la maternidad; la jornada de trabajo y el salario mínimo y familiar; las vacaciones anuales remuneradas (…); la participación de los obreros en la dirección, la administración y los beneficios de las empresas (…).
Art 51º. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes o Congreso de los Diputados.
Art. 52º. El Congreso de los Diputados se compone de los representantes elegidos por sufragio universal, igual, directo y secreto.
Art. 67º. El Presidente de la República es el Jefe del Estado y personifica a la Nación.
Art. 75º. El Presidente de la República nombrará y separará libremente al Presidente del Gobierno y, a propuesta de éste, a los Ministros. Habrá de separarlos necesariamente en el caso de que las Cortes les negasen de modo explícito su confianza.
Art. 81º. El Presidente podrá disolver las Cortes hasta dos veces como máximo durante su mandato cuando lo estime necesario (…).

(en cursiva están destacados los artículos del texto indicado para la PAEG)

Ley de Bases de la Reforma Agraria (1932)

“Los efectos de esta ley se extienden a todo el territorio de la República. Su aplicación, en orden a los asentamientos de campesinos, tendrá lugar en los términos municipales de Andalucía, Extremadura, Ciudad Real, Toledo, Albacete y Salamanca. Las tierras del Estado y las que constituyeron antiguos señoríos, transmitidos desde su abolición hasta hoy (…) podrán ser objeto de asentamientos, sea cualquiera la provincia donde radiquen.
La ejecución de esta ley quedará encomendada al Instituto de Reforma Agraria (…). El Instituto de Reforma Agraria promoverá la formación de organismos de crédito a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital necesario para los gastos de explotación (…).
Serán susceptibles de expropiación las tierras incluidas en los siguientes apartados:
1)    Las ofrecidas voluntariamente por sus dueños siempre que su adquisición se considere de interés por el IRA (…)
5) Las que por las circunstancias de su adquisición, por no ser explotadas directamente por los adquirientes y por las condiciones personales de los mismos, deba presumirse que fueran compradas con fines de especulación o con el único objeto de percibir su renta (…).
7) Las incultas o manifiestamente mal cultivadas en toda aquella porción que, por su fertilidad y favorable situación permita un cultivo permanente, con rendimiento económico superior al actual (…).
Quedarán excluidas de la adjudicación temporal y de la expropiación las siguientes fincas:
a)    Los bienes comunales pertenecientes a los pueblos, las vías pecuarias (…).
b)    Los terrenos dedicados a explotaciones forestales (…).
d) Las fincas que por su ejemplar explotación o transformación puedan ser consideradas como tipo de buen cultivo técnico o económico (…).”

Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932

El Estatuto de Nuria: el Estatuto de Autonomía de Cataluña (1932) (1)

Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado español con arreglo a la Constitución de la República y del presente Estatuto. Su organismo representante es la Generalidad y su territorio el que forman las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona, en el momento de promulgarse el presente Estatuto.
Art. 2. El idioma catalán es, como el castellano, lengua oficial en Cataluña con el resto de España, así como para la comunicación entre las autoridades del Estado y las de Cataluña, la lengua oficial será el castellano (…)
Art. 14. La Generalidad estará integrada por el Parlamento, el Presidente de la Generalidad y el Consejo ejecutivo.
     Las leyes interiores de Cataluña ordenarán el funcionamiento de estos organismos, de acuerdo con el Estatuto y la Constitución.
     El Parlamento, que ejercerá las funciones legislativas, será elegido por un plazo no mayor de cinco años, por sufragio universal, directo, igual y secreto.
     Los Diputados del Parlamento de Cataluña serán inviolables(2) por los votos u opiniones que emitan en el ejercicio de su cargo.
     El Presidente de la Generalidad asume la representación de Cataluña. Asimismo representa a la región en sus relaciones con la República, y al Estado en las funciones cuya ejecución directa le esté reservada al Poder central.

(1) fue suspendido en 1935 tras los sucesos de octubre de 1934
(2) ya dijimos que significa que no se les puede encausar o juzgar

Manuel Azaña: defensa de la autonomía de Cataluña (PAEG)

El hecho que nosotros celebramos hoy aquí no es solo un hecho catalán, sino un hecho español; y más diré: un hecho de la historia universal, porque estando planteadas en el seno de otros Estados europeos cuestiones que guardan íntima semejanza con lo que representa Cataluña en relación con el resto de España, es probable que sean España y la república española, con las soluciones autonomistas para este género de problemas, las que se adelantan y dan la muestra de los caminos que hayan de seguir otros pueblos europeos, colocados en situación más o menos semejante a la nuestra.
MANUEL AZAÑA, Obras completas

Los sucesos de Casas Viejas

Ampliando los graves sucesos ocurridos en Casas Viejas, a las seis de ayer un grupo de revoltosos se situó frente al cuartel de la Benemérita, promoviendo alborotos y haciendo descargas(1) . Al presentarse en una de las ventanas del sargento y un guardia fueron recibidos con una descarga, cayendo ambos heridos. Se avisó enseguida a Medina Sidonia, de donde se enviaron refuerzos. Por la tarde, los revolucionarios se hicieron fuertes en una casa, proclamando el comunismo libertario, cortando todas las comunicaciones. De Jerez y San Fernando llegaron refuerzos de asalto, y al llegar estas fuerzas a Casas Viejas intentaron tomar la casa donde se encontraban los revoltosos, sin conseguirlo, entablándose un fuerte tiroteo del que resultó muerto un guardia de asalto y otro, que corría en persecución de un individuo que entró a la casa mencionada, penetrando tras él. A las nueve y media de la noche salieron de Cádiz guardias de asalto con ametralladoras y bombas de mano para Casas Viejas.
ABC, 12 de enero de 1933

(1) disparos

Creación de la CEDA

Anoche se constituyó, entre vítores de entusiasmo, la Confederación Española de Derechas Autónomas (…). Gil Robles, en las palabras finales, decía: “Debemos felicitarnos de los trabajos, de la misma diversidad de tendencias manifestadas, porque solo han revelado la pugna de llevar a las conclusiones la interpretación más fiel y avanzada de la doctrina social y política cristiana (…) que ha de ser el núcleo derechista que salve a la Patria, hoy en peligro”
(…) Al discutirse, por la tarde, después de terminar todas las sesiones sus respectivos trabajos, el Estatuto de la CEDA, se admitieron como coincidencias fundamentales de los partidos que la integran –aparte de las conclusiones aprobadas en detalle- las siguientes, debidas a la iniciativa de la Derecha Regional valenciana: a) Afirmación y defensa de los principios fundamentales de la civilización cristiana. b) Necesidad de una revisión constitucional de acuerdo con dichos principios. c) Aceptación, como táctica para toda su actuación política, de las normas dadas por el Episcopado a los católicos españoles en su declaración colectiva de diciembre de 1931.

El Debate, 5 de marzo de 1933
La revolución de Asturias

Comité Revolucionario de Mieres y su Concejo:
Hacemos saber:
1º. Que el Comité Revolucionario, como intérprete de la voluntad popular y velando por los intereses de la revolución, se dispone a tomar con la energía necesaria todas las medidas conducentes a encauzar el curso del movimiento.
2º. Todos los que se encuentren [en] condiciones de marchar al frente pueden alistarse en las oficinas de reclutamiento que a tal efecto están instaladas (…).
3º. Cese radical de todo acto de pillaje, previniendo que todo individuo que sea cogido en un acto de esta naturaleza será pasado por las armas (…).
8º. Los miembros de los partidos y juventudes obreras de la localidad deberán presentarse inmediatamente con su correspondiente carné para constituir la milicia obrera (…).
COMITÉ REVOLUCIONARIO, 6 de octubre de 1934

Proclamación del Estat Catalá en 1934

Catalanes: las fuerzas monarquizantes y fascistas que de un tiempo a esta parte pretenden traicionar a la República han logrado su objetivo y han asaltado el poder. Los partidos y los hombres que han hecho públicas manifestaciones contra las menguadas libertades de nuestra tierra, los núcleos políticos que predican constantemente el odio y la guerra a Cataluña, constituyen hoy el soporte de las actuales instituciones (…).
En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el gobierno que presido asume todas las facultades del poder en Cataluña, proclama el estado catalán de la República Federal Española y, al establecer y fortificar la relación con los dirigentes de la protesta general contra el fascismo, les invita a establecer en Cataluña el gobierno provisional de la República (…).
Lluís Companys, 6 de octubre de 1934

Crítica a la sublevación de 1934

El alzamiento de 1934 es imperdonable. La decisión presidencial de llamar al poder a la CEDA era inatacable, inevitable y hasta debida hacía ya tiempo. El argumento de que Gil Robles intentaba destruir la Constitución para instaurar el fascismo era a la vez hipócrita y falso. Hipócrita porque todo el mundo sabía que los socialistas de Largo Caballero estaban arrastrando a los demás a una rebelión contra la Constitución de 1931 (…); y, por otra parte, a la vista está que el presidente Companys y la Generalitat entera violaron también la Constitución (…).
En cuanto a los mineros asturianos, su actitud se debió por entero a consideraciones teóricas y doctrinarias (…). Si los campesinos andaluces que padecen hambre y sed se hubiesen alzado contra la República, no nos hubiera quedado más remedio que comprender y compadecer. Pero los obreros asturianos eran obreros bien pagados (…).
Con la rebelión de 1934, la izquierda española perdió hasta la sombra de autoridad moral para condenar la rebelión de 1936.

Salvador de Madariaga, España, 1978

Formación del Frente Popular (PAEG)

“Los partidos republicanos Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista, en representación del mismo y de la Unión General de Trabajadores. Federación Nacional de Juventudes Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista, Partido Obrero de Unificación Marxista , sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que sirva de fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata contienda electoral y de norma de gobierno que habrán de desarrollar los partidos republicanos de izquierda, con el apoyo de las fuerzas obreras, en el caso de victoria. Declaran ante la opinión pública las bases y los límites de su coincidencia política y. además, la ofrecen a  consideración de las restantes organizaciones republicanas y obreras por si estiman conveniente a los intereses nacionales de la República venir a integrar en tales condiciones el bloque de izquierdas que debe luchar frente a la reacción en las elecciones generales de diputados a Cortes (...)”.   

 19 de enero de 1936

Programa del Frente Popular

“(…) El programa mínimo aceptado por todos los partidos que intervenían [en el Frente Popular], incluía los siguientes puntos fundamentales:
1.    Amnistía total para los insurrectos de 1934 y para todos los acusados de atentados político-sociales desde 1933 y procesamiento de todos los culpables de “actos de violencia” al reprimir los atentados políticos.
2.    Reposición en sus puestos de todos los trabajadores y empleados públicos despedidos por causas políticas y compensación plena de todas las pérdidas sufridas por ellos.
3.    Reforma del Tribunal de Garantías Constitucionales para excluir la influencia conservadora; reforma del sistema judicial con el objeto de establecer su independencia, promulgar la justicia social y acelerar su rapidez y eficacia.
4.    Restauración de la autoridad de todos los apartados de la constitución republicana; reforma de las cortes (…), aprobación de la legislación orgánica que garantice el funcionamiento de los gobiernos provincial y municipal; reforma de la ley de orden público con el objeto de obtener mayores garantías para los derechos individuales.
5.    Continuación de la reforma agraria; arrendamientos menores y mayor seguridad para los pequeños propietarios; reducción de impuestos (…), ayuda técnica acrecentada para los pequeños propietarios.
6.    Protección de los pequeños productores y los pequeños empresarios (…).
7.    Sujeción del funcionamiento del Banco de España al interés público (…).
8.    Restauración de toda la legislación social de 1931-33; aumento de los salarios; amplio programa de viviendas sociales; extensión de la educación a todos los niveles.
Este programa era, fundamentalmente, socialdemócrata reformista. (…) Desbordaba en algunos aspectos la posición original de la izquierda republicana, pero se alejaba de la obsesión anticlerical que, en el pasado, le había restado tantas energías. Estipulaba un acuerdo sobre el conjunto de principios mínimos para una coalición electoral, pero no constituía un plan para un gobierno de coalición”.

Payne, S.G.: La Revolución Española, Barcelona, Argos-Vergara, 1977.

Ideología de FE y de las JONS

1. Creemos en la suprema realidad de España. Fortalecerla, elevarla y engrandecerla es la apremiante tarea colectiva de todos los españoles. A la realización de esa tarea habrán de plegarse inexorablemente los intereses de los individuos, de los grupos y de las clases.
2. España es una unidad de destino en lo universal. Toda conspiración contra esa unidad es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos. La constitución vigente, en cuanto incita a las digresiones, atenta contra la unidad de destino de España. Por eso deseamos su anulación fulminante.
3. Tenemos voluntad de imperio. Afirmamos que la plenitud histórica de España es el Imperio. Reclamamos para España un puesto preeminente en Europa. No soportamos ni el aislamiento internacional ni la mediatización extranjera. Respecto a los países de Hispanoamérica, tendemos a la unificación de la cultura, de los intereses económicos y del poder. España alega su condición de eje espiritual del mundo hispánico como título para su preeminencia en las empresas universales.
6. Nuestro Estado será un instrumento totalitario al servicio de la integridad patria. Todos los españoles participarán en él a través de su función familiar, municipal y sindical. Nadie participará a través de los partidos políticos. Se abolirá implacablemente el sistema de los partidos políticos con todas sus consecuencias: sufragio inorgánico, representación por bandos en lucha y Parlamento conocido.
7. La dignidad humana, la integridad del hombre y su libertad son valores eternos e intangibles. Pero sólo es de veras libre quien forma parte de una nación fuerte y libre. A nadie le será lícito usar su libertad contra la unión, la fortaleza y la libertad de la patria. Una disciplina rigurosa impedirá todo intento dirigido a envenenar, a desunir a los españoles o a moverlos contra el destino de la Patria.
8. El Estado nacional-sindicalista permitirá toda iniciativa privada compatible con el interés colectivo, y aún protegerá y estimulará las beneficiosas.
9. Concebimos a España en lo económico como un gigantesco sindicato de productores (…)
12. "Las riquezas tienen como primer destino -y así lo afirmará el nuevo Estado- mejorar las condiciones de vida de cuantos integran el pueblo. No es tolerable que masas enormes vivan miserablemente mientras unos cuantos disfrutan de todos los lujos (…)
23. Es misión esencial del Estado, mediante una disciplina rigurosa de la educación, conseguir un espíritu fuerte y unido e instalar en el alma de las futuras generaciones la alegría y el orgullo de la Patria. (…)
25. Nuestro movimiento incorpora el sentido católico –de gloriosa tradición y predominante en España- a la reconstrucción nacional. La Iglesia y el Estado concordarán sus facultades respectivas sin que se admita intromisión o actividad alguna que menoscabe la dignidad del Estado o la integridad nacional.

Discurso de José Antonio Primo de Rivera en el Teatro de la Comedia

He aquí lo que exige nuestro sentido total de la Patria y del Estado que ha de servirla.
Que todos los pueblos de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino.
Que desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político; en cambio, nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un Municipio; nos afanamos todos en el ejercicio de un trabajo. Pues si ésas son nuestras unidades naturales (…) ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y pernicioso(1) de los partidos políticos (…)?
Queremos menos palabrería liberal y más respeto a la libertad (…) del hombre. Porque sólo se respeta la libertad del hombre cuando se le estima (…) portador de valores eternos; cuando se le estima envoltura corporal de un alma que es capaz de condenarse y de salvarse. (…)
Queremos que todos se sientan miembros de una comunidad seria y completa; (…) que las funciones a realizar son muchas: unos, con el trabajo manual; otros, con el trabajo del espíritu; algunos, con un magisterio de costumbres y refinamientos. (…)
Queremos que (…) se dé a todo hombre (…) la manera de ganarse con su trabajo una vida humana, justa y digna.
Queremos que el espíritu religioso (…) sea respetado y amparado(2) (…), sin que por eso el Estado se inmiscuya(3) en funciones que no le son propias (…)
Queremos que España recobre (…) el sentido universal de su cultura y de su Historia.
Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. (…) ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables?(3) Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria.
Esto es lo que pensamos nosotros del Estado futuro que hemos de afanarnos(4) en edificar.
Madrid, 29 de octubre de 1933(5)

(1) perjudicial
(2) protegido
(3) inmiscuir=entrometerse
(4) afanarse=empeñarse, ponerse a la faena
(5) fragmento parte del examen PAEG de Madrid 2009-2010







TEMA 8


Tema 8.- LA IIª REPÚBLICA ESPAÑOLA (1931-1936):

1. El Gobierno provisional y la Constitución de 1931.
2. El bienio de Gobiernos de Azaña.
3. El bienio radical-cedista y el triunfo del Frente Popular.


Hablar de la II República española es hablar tanto de esperanzas como de frustraciones. Desde su proclamación, las clases populares vieron la posibilidad de cumplir sus anhelos, como elecciones reales, mejora de las condiciones laborales, incluso reparto de tierras. Sin embargo, la oposición de las élites iba a boicotear las reformas, incluso a invertirlas, así que el régimen republicano va a crear descontento tanto en las clases dirigentes como en las clases populares.
El contexto europeo del momento también va a ser negativo para la República. Se está produciendo por toda Europa una evolución política hacia las dictaduras, debido a la agitación social fruto de la crisis del 29 y la amenaza del comunismo. En España se evoluciona hacia la democracia. Ya en los años 20 se había formado una dictadura fascista en Italia, con Mussolini, y desde el 33 tomará el poder Hitler en Alemania, pero no hay que olvidar otros países, como Yugoslavia, Polonia, Rumanía,… donde se instalan dictaduras de diferente tipo. La democracia real sólo pervivirá en Francia y Reino Unido.
Como valoración podríamos decir que la República resultó un fracaso. Se intentan medidas que no encrespen a ningún sector, pero esto va a provocar una polarización de las ideologías. Así este periodo se cierra con la Guerra Civil, única salida cuando no hay una solución que contente a la mayoría.


8.1 EL GOBIERNO PROVISIONAL Y LA CONSTITUCIÓN DE 1931

8.1.1 La caída de la monarquía y la proclamación de la República

En las elecciones municipales del 12 de Abril durante el mandato del almirante Aznar los escaños se repartieron entre los partidos tradicionales (conservadores, liberales) y las otras fuerzas políticas, sin embargo, en las capitales del país, donde no tiene tanta fuerza el sistema caciquil, la mayoría para los republicanos fue aplastante (victoria en 41 de 50 capitales de provincia). El rey tomó nota de lo que esta derrota significaba y se preparó para el exilio. El 14 de abril de 1931 se declaraba la II República.
Proclamación de la II República en la puerta del Sol 
A continuación, tendrá lugar la formación de un gobierno provisional de concentración nacional, presidido por el conservador Niceto Alcalá-Zamora y teniendo como base las fuerzas del Pacto de San Sebastián. Estaban representados Derecha Liberal Republicana, con el presidente Alcalá-Zamora y Miguel Maura, el Partido Radical de Lerroux, ahora más de centro, la Acción Republicana de Azaña, el regionalismo gallego con Casares Quiroga, el republicanismo catalán (el vasco no, puesto que estaba muy dividido y no participó en el Pacto de San Sebastián), y los socialistas, con sus líderes Indalecio Prieto y Largo Caballero.
El Gobierno Provisional de la II República
El mismo día de la proclamación de la República Macià (Esquerra Republicana) proclamó el Estat Catalá, pero al final cedió. También los primeros días, surgirán los primeros brotes de anticlericalismo, con la quema de conventos. Esto se debió a que desde los inicios del nuevo régimen, la Iglesia proclamó su oposición a la República.
El presidente de la República, Alcalá-Zamora, saluda a la salida de las Cortes

8.1.2 El Gobierno Provisional

1.   A favor de las clases populares:
·         Regulación laboral y del trabajo en el campo: el Decreto de laboreo forzoso que obligaba a los terratenientes a roturar obligatoriamente sus tierras y así a dar trabajo a los jornaleros. La segunda medida fue el Decreto de Términos Municipales por la que se daba preferencia a los trabajadores censados en un municipio para trabajar allí en detrimento de los que venían de fuera, de esa manera se daba fuerza a los trabajadores frente a los terratenientes que para bajar los jornales contrataban a jornaleros de otras zonas. Se completaban estas medidas con seguros de accidentes, jornadas de ocho horas… A pesar de ello, continúa el enorme paro.
·         Reforma de la educación: construcción de escuelas, planes de reducción del analfabetismo, educación laica, en aulas mixtas, etc.
Alcalá-Zamora y el ministro de Educación, Fernando de los Rios inauguran una escuela
2.   Para consolidar el régimen republicano:
·         Militares: primero, exigencia del juramento de fidelidad a la República. Azaña creó la Ley de Retiro Voluntario, jubilación anticipada con sueldo completo, para reducir la proporción oficiales-tropa, y cerró la Academia Militar de Zaragoza, dirigida por Franco. Las consecuencias de esta medida fueron la oposición de parte del ejército, y la necesidad de dedicar una buena partida de los presupuestos del Estado a éste.
Además, se creará un nuevo cuerpo de seguridad, la Guardia de Asalto, mejor equipada y más fiel a la República que la Guardia Civil. Se empleará contra los altercados de orden público.
Azaña reunido con la cúpula militar, entre ellos, Franco
·         Iglesia: también se exigió el juramento de fidelidad, pero destaca la abierta oposición del Cardenal Segura, arzobispo de Toledo y primado de España. Se producirán incendios de conventos, por lo que surgen críticas ante la incapacidad del gobierno de controlar los disturbios. De hecho, provocó la dimisión de Alcalá-Zamora. Finalmente se decretará la expulsión del arzobispo de Toledo (y de los jesuitas más tarde, ya que juran obediencia al Papa antes que a nadie).

Incendio de la Iglesia de los Jesuitas en la Gran Vía de Madrid en mayo del 31
 3.   Contra el caciquismo: regulación del proceso electoral.
4.   Frente al nacionalismo: se prometió a Macià la preparación de un estatuto de autonomía dentro del Estado español.
5.   Convocatoria de elecciones para Cortes Constituyentes en junio. La derecha acude desorganizada y la fuerza más votada será el PSOE. La participación es alta (70%), a pesar de que CNT promueve la abstención.


8.1.3 La Constitución de 1931

Las elecciones para Cortes Constituyentes dieron 115 escaños al PSOE y 90 al Partido Radical, las fuerzas más votadas. De ahí que la Constitución sea de marcado carácter socialista (e inspirada en la de la República de Weimar), y desde sus inicios, las fuerzas de derecha la calificaron de inviable. Fue aprobada el 9 de diciembre, y constituye la primera constitución democrática de nuestra historia. Sus principales novedades fueron:
§  La forma de estado: se definía a España en el art. 1º como “una República democrática de trabajadores de toda clase”, lo cual es una afirmación de la soberanía popular (diferente a la soberanía nacional).
§  Poder ejecutivo: se crea la figura del Presidente de la República, que será el Jefe del Estado, y será quien nombre al Jefe de Gobierno o Presidente del Gobierno.
§  Poder legislativo: dice el art. 51 que “la potestad legislativa recae en el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes o Congreso de los Diputados” (unicamerales).
§  Organización territorial: se admite la posibilidad de creación de regiones autónomas con un estatuto que debería ser revisado por las Cortes (art. 12). Los alcaldes son elegidos por el pueblo.
§  Forma de sufragio: será “universal, igual, directo y secreto”. Así, será la primera vez que las mujeres puedan votar en nuestra historia.
§  La cuestión religiosa: el art. 3 dicta que “el Estado español no tiene religión oficial”. De esta importante disposición se deriva la retirada de los presupuestos estatales para el clero (art. 26), la creación de cementerios civiles (no religiosos), la autorización del matrimonio civil, el divorcio, la educación laica,… Se autoriza la libertad religiosa. Además, se decreta la expulsión de los jesuitas.
§  Derechos individuales: libre expresión e imprenta, de asociación, igualdad ante la ley,…
§  Propiedad: se reconoce la posibilidad de expropiación por interés de Estado (art. 44), atacando uno de los pilares del liberalismo clásico, la propiedad privada.

8.2 EL BIENIO DE GOBIERNOS DE AZAÑA

Las Cortes Constituyentes, finalizado su trabajo, pasaron a ser cortes ordinarias, y así comienza la fase de la república conocida como Bienio Reformista,  Republicano-Azañista o republicano-socialista, donde Alcalá-Zamora será Presidente de la República y Azaña Presidente del Gobierno (aunque su partido no era la fuerza más votada).Dado que en la cámara había mayoría de los grupos de izquierdas, sobre todo del PSOE, comenzaron a desarrollarse grandes cambios ya desde el 31. Ya hemos hablado de la cuestión militar, la cuestión religiosa, la legislación laboral,…Pero quizá el asunto más deseado por el pueblo era la reforma agraria.
Manuel Azaña, primer presidente de Gobierno de la II República

8.2.1 Las reformas del Bienio Reformista:

1.           La Reforma Agraria: la mala distribución de la tierra en España era un problema estructural; cambiasen como cambiasen los gobiernos, la tierra seguía inalterablemente en manos de unos pocos. Era una cuestión vital, puesto que nuestra economía era aún fundamentalmente agraria. Además, esta situación generaba una enorme masa de jornaleros en situación muy precaria que precisamente habían depositado sus esperanzas en el nuevo régimen republicano. La desigual distribución ya sabemos que afectaba más al sur, donde existían grandes latifundios (Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía), que al norte, donde los sistemas de repoblación habían generado un reparto más equitativo y predominaban los minifundios.
A este problema hay que añadir el retraso en las técnicas agrícolas y sistemas de explotación y los malos rendimientos.
La Ley de Bases de la Reforma Agraria (1932) fue muy discutida, porque aunque no se quería buscar el enfrentamiento con los terratenientes, había que contentar a la base campesina que había apoyado la República.
Esta ley establecía una serie de tierrasexpropiables con indemnización”, sobre todo las mal explotadas y con dueños absentistas. Para determinar cuáles se expropiarían, se creaba el Instituto para la Reforma Agraria (I.R.A.), que luego las repartiría entre familias campesinas que serían instaladas como colonos.
La tibieza de esta reforma, debido al corto alcance de dichas expropiaciones llevó al descontento entre los campesinos, que vieron frustradas sus elevadas expectativas.

 Pero a su vez, también el gobierno se granjeó la oposición de los terratenientes, que vieron peligrar su situación de privilegio. En respuesta a estas medidas tiene lugar el golpe de Sanjurjo, que no tuvo éxito. Sin embargo se le conmutó la sentencia de muerte por cárcel, y luego sería integrante del golpe del 18 de julio del 36.
Así la República hacía una reforma que no contentaba a nadie.
Sanjurjo

2.      Reforma territorial: otra de las cuestiones clave era afrontar el problema de los regionalismos. Se había prometido a Maciá la aprobación de un estatuto con arreglo a la Constitución. Así, se creó el llamado Estatuto de Nuria (1932), que resucitaba el gobierno de la Generalitat.
El estatuto gallego fue aprobado justo antes de la guerra, gracias a Casares Quiroga. El estatuto del País Vasco no se consiguió más que durante la Guerra Civil (para ganar el apoyo de los nacionalistas) debido a la desunión de las fuerzas del nacionalismo vasco.
         Las reacciones de la derecha fueron el temor a una desmembración de España o fraccionamiento del Estado.
Alcalá Zamora discute con Francesc Macià

8.2.2 La crisis de la República de izquierdas (1933):

Varios factores van a confluir en el fortalecimiento de la derecha y el resquebrajamiento de la cohesión entre los grupos de izquierda:
1.           El incidente de Casas Viejas (enero): un grupo de anarquistas liderados por “Seisdedos” atacará el puesto de la Guardia Civil de dicha localidad gaditana, a lo que el gobierno responde con contundencia, enviando a la Guardia de Asalto que acaba matando a los sublevados, encerrados en una casa, con bombas de mano. Esta dureza provocará conflictos con CNT y debilitará a la izquierda, desprestigiando a Azaña.
La Guardia de Asalto y la Guardia Civil en Casas Viejas
 2.           La reorganización de la derecha:
·         Formación de la C.E.DA. (Confederación Española de Derechas Autónomas) en verano, de mano de José María Gil Robles. Será una fuerza que quiere aglutinar a los grupos de centro-derecha.
José María Gil Robles
 ·         Fundación de Renovación Española, dirigida por José Calvo Sotelo, de ideología monárquica y ultraderechista (es el partido de las altas clases sociales), y más a la derecha Comunión Tradicionalista, que defendía la religión y la tradición. Además este grupo, cuyos principales apoyos estarán en la zona vasconavarra, organizaba unas milicias armadas y adiestradas, los requetés.
Calvo Sotelo en un mitin
 ·         La extrema derecha estará formada por: Falange Española (F.E.), fundada este año por José Antonio Primo de Rivera, hijo del anterior dictador, que es un partido fascista en toda regla; y también las J.O.N.S. (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), con sus líderes Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma (desde 1931). Ambas formaciones se unen en 1934 y tendrán grupos paramilitares preparados para el combate antes de la Guerra Civil.
José Antonio dando un discurso
 A las elecciones acudirán la derecha organizada y la izquierda, desunida. Los anarquistas promoverán la abstención. Por lo tanto, el triunfo de la C.E.D.A. será aplastante.


8.3 EL BIENIO RADICAL CEDISTA Y EL TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR

8.3.1 El Bienio Radical-Cedista

En noviembre de 1933 el presidente Alcalá-Zamora elegirá no un Jefe de Gobierno de la fuerza más votada, la C.E.D.A., sino de alguien más centrista, a Alejandro Lerroux, del Partido Radical (hizo lo mismo en 1931, eligiendo a Azaña, de centro-izquierda, en vez de escoger un presidente socialista). Esta decisión enfurecerá a Gil Robles, que ansiará convertirse en Presidente del Gobierno, y los gobiernos de la derecha no serán estables. 
Alejandro Lerroux
 Durante el bienio, se diferencian dos períodos:
a) El período radical, o el de los gobiernos formados exclusivamente con miembros del Partido Radical (Lerroux y Ricardo Samper), entre noviembre de 1933 y mayo de 1934.
b) El período radical-cedista, caracterizado por la entrada de ministros de la CEDA en el Gobierno, entre mayo de 1934 y febrero de 1936.
La política emprendida por la derecha será detener las reformas emprendidas durante el gobierno de la izquierda. Así, la política contrarreformista irá enfocada a frenar la Reforma Agraria, con la Ley de Reforma de la Reforma Agraria (1935). También se indultó a Sanjurjo, que intentó un golpe de Estado en 1932 contra dicha medida.
Lerroux dando un discurso en una plaza de toros
Además, los socialistas intentarán boicotear toda acción de gobierno de la derecha. El ejemplo más destacado será la llamada Revolución de Asturias de 1934.
El PSOE promueve una huelga general que tendrá un enorme seguimiento en sus zonas de mayor arraigo, Cataluña y Asturias (donde abunda el proletariado). En Cataluña, Companys, que ha sustituido a Maciá en el liderazgo de Esquerra, proclamará el Estat Catalá, pero el gobierno de la Generalitat será detenido y encarcelado. 
El gobierno de la Generalitat, incluido Companys (izquierda) en la cárcel tras los incidentes de 1834
 En Asturias la movilización, desde primeros de octubre, será tan exitosa que se atacarán los puestos de la Guardia Civil, el gobierno pierde el control de esta zona y se producen hasta colectivizaciones. El lema será UHP (uníos hermanos proletarios)  [por si lo veis en alguna fotografía de la época]. Se convierte en una auténtica revolución de izquierdas. Se decide el envío de nuestras mejores tropas, la Legión, al mando del general Franco, que tendrá pocos miramientos y someterá con gran dureza esta región tras unos cruentos combates que se saldarán con la destrucción de Oviedo. Los mineros rebeldes, que manejan dinamita de forma muy eficiente, se lo pondrán difícil al ejército. La represión se saldará con unas 1500 víctimas y unos 30.000 detenidos.

La Guardia Civil con una columna de prisioneros por la revolución de Asturias

Para colmo, los escándalos de corrupción salpicaron a los miembros del Partido Radical, y como el Presidente de la República se resistirá a nombrar Presidente del Gobierno a Gil Robles, la C.E.D.A., la fuerza más votada, retira su apoyo al mismo y se tienen que convocar elecciones.

8.3.2 El Frente Popular y la preparación del golpe

Los grupos de la izquierda, para frenar en las urnas a la derecha, acuden en una enorme coalición, el llamado Frente Popular. Incluso CNT incitará a sus seguidores a votar, frente a su tradicional política de abstención, para evitar el triunfo derechista. La victoria de la izquierda en las elecciones de febrero de 1936 será tan sonada, que ya desde ese día se piensa en un golpe desde la derecha.

Un hecho fundamental será la destitución de Alcalá-Zamora como Presidente de la República, puesto que la constitución así lo establecía, si había disuelto 2 veces las Cortes. Éstas colocarán en dicho puesto a Manuel Azaña, alejando así un magnífico rival político a un puesto sin capacidad de decisión.
A su vez, Azaña elegirá a un personaje de poca talla política como Presidente del Gobierno, a Santiago Casares Quiroga, líder del partido regionalista gallego (O.R.G.A.). Esto se debió a que en el seno del PSOE había una gran escisión, entre la izquierda más radical y cercana a la revolución social, representada por Largo Caballero, llamado “el Lenin español”, y otra vertiente, más centrista, partidaria de continuar el régimen republicano, con Indalecio Prieto como máxima figura. Para no tener que elegir entre ambos bandos, Azaña tomará una errónea decisión en un momento clave.

Unamuno pasea con Largo Caballero (a su derecha) e Indalecio Prieto (a su izquierda)
Santiago Casares Quiroga
El gobierno no tardará en reactivar la reforma agraria, pero en muchos lugares esto da pié a que se produzcan ocupaciones espontáneas por los campesinos, como la producida en Yeste, en Albacete, que fue duramente reprimida (17 campesinos muertos y un guardia civil).
Podéis leer más en este enlace:

Otra característica de este periodo será el incremento de los altercados de orden público, incluso rebrota el fenómeno del pistolerismo entre los grupos más extremistas, que van a ver aumentar vertiginosamente el número de sus afiliados. Así F.A.I. (Federación Anarquista Ibérica, el brazo más activista del anarquismo), P.O.U.M. (Partido Obrero de Unificación Marxista, dirigido por Andreu Nin; es marxista-trostkista, alejándose del estalinismo del PCE), CNT, PCE, FE y de las JONS, los Requetés (milicias tradicionalistas-carlistas),…

 A a las ocupaciones y los altercados de orden público, hay que añadir el rebrote del anticlericalismo, que alcanzará su máxima virulencia.
De febrero a junio se producirán:
·         170 iglesias incendiadas
·         251 intentos fallidos
·         269 muertos y 1287 heridos por violencia política
·         133 huelgas generales y 218 parciales
·         700.000 hectáreas expropiadas
El clima de los meses previos a la guerra será muy tenso, y ya se va perfilando el destino de la república: golpe o revolución.
Emilio Mola
La preparación del golpe se inicia en Abril de manos de Mola, que cuenta con el apoyo de militares como Sanjurjo (ex-golpista, en el exilio en Portugal del dictador Salazar), Franco, Queipo de Llano, Goded, Kindelán, Saliquet, Fanjul,…
Estos militares tienen contacto con políticos de la derecha, que por tanto, conocen sus intenciones. Pero lo que no queda claro es qué va a suceder después, ni qué forma de estado va a quedar. La opinión de la mayoría es una especie de dictadura, o una república de derechas; en lo que sí están de acuerdo es en derribar al Frente Popular.
El gobierno es consciente del peligro de un golpe militar, incluso es vox populi (se habla por la calle de ello), así que va a alejar a los generales más sospechosos, como Goded, enviado a las Baleares, Franco, enviado a Canarias, o Mola, enviado a Navarra (en realidad esto lo benefició, puesto que pudo pactar con los requetés-tradicionalistas).
En Junio será aprobado el estatuto de autonomía gallego. No hay que olvidar que el Presidente del Gobierno es el líder del regionalismo gallego.
En Julio la tensión llegará a su máximo punto cuando supuestamente unos falangistas asesinan al teniente Castillo, guardia de asalto y figura de la izquierda. Al día siguiente, el 13 de julio será asesinado José Calvo Sotelo, en respuesta. Estos acontecimientos precipitarán el golpe militar, aprovechando la conmoción por todo el país, sobre todo entre los derechistas.
El 17 de Julio, por la tarde, se sublevan los Regulares de Melilla y la Legión. La noticia corre como un reguero de pólvora por la península. Franco, a bordo del avión británico “Dragon Rapide” vuela al Protectorado para ponerse a las órdenes del ejército de Marruecos. Del 17 al 21 la sublevación se va extendiendo por la península, triunfando en algunos lugares y fracasando en otros.